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En los últimos nueve meses, el país ha experimentado una inestabilidad inusual en el precio del dólar. El tipo de cambio osciló de RD$59.30 en junio de 2024 a RD$60.90 en diciembre y a RD$63.10 en marzo de 2025. Después de esa fecha, el dólar ha vuelto a su curso normal, situándose ayer en RD$59.1985 (compra) y RD$59.6602 (venta), donde se espera que se estabilice.
El economista y profesor universitario, José Luis De Ramón explicó al periódico HOY las causas de esta inestabilidad, señalando que hubo movimientos de capitales hacia Estados Unidos, como indica la caída de unos US$2,000 millones en las Reservas Internacionales del Banco Central en el segundo semestre de 2024, capitales que parece que han empezado a retornar al país.
De Ramón detalló que estos movimientos de capitales obedecen a cinco factores principales. En primer lugar, el Banco Central mantuvo las tasas de interés muy bajas durante un largo período. Varias subastas de títulos del banco quedaron desiertas, hasta que en febrero de 2025 el BC aceptó una tasa del 11% para sus notas a 2.7 años.
El Banco Central, además de subir las tasas de interés, ha actuado sobre la liquidez de la economía para fortalecer el tipo de cambio. En abril de 2025, la Base Monetaria Ampliada se redujo en RD$32,000 millones y los valores en circulación, que partían de un mínimo de RD$840,000 mm en febrero de 2025, subieron a RD$891,000 millones en abril de 2025.
En segundo lugar, los agentes económicos anticipaban ganancias invirtiendo en Estados Unidos. Se esperaba un alza en el mercado de valores debido a la rebaja de impuestos prometida por el presidente Donald Trump. Además, el mercado de bonos también ofrecía rendimientos atractivos ya que la Reserva Federal ha sido cautelosa con la inflación, manteniendo altas tasas de interés (el bono del tesoro a dos años pagaba en noviembre de 2024 un 4.3% anual).
De Ramón recordó que Estados Unidos es un paraíso fiscal para los inversionistas extranjeros, quienes no pagan impuestos sobre la renta por los intereses generados ni ganancias de capital por la apreciación de sus carteras de inversión, y solo pagan el 30% sobre los dividendos que reciben de sus acciones (algo cada vez menos relevante en el rendimiento de una cartera).
“Este tratamiento fiscal, siendo esta una tercera causa, contrastaba con la propuesta de reforma fiscal que proponía elevar al 27% la tasa para las personas físicas sobre sus ahorros, generando inquietud en los ahorristas”, señaló.
Además, expuso que “a la pérdida de valor de las inversiones en las bolsas, se sumó la minusvalía del dólar frente a una canasta de monedas (otra razón para dejar el dólar).
Por primera vez parecería que Estados Unidos no son el “refugio seguro” de las finanzas mundiales”.
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