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El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este martes una reestructuración del Departamento de Estado con el objetivo de simplificar la gestión, suprimiendo unos 700 empleos y más de 130 oficinas en su sede central en Washington.
Esta reducción se corresponde con los planes del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el empresario Elon Musk, a quien el presidente, Donald Trump, encomendó la tarea de disminuir drásticamente el gasto público de la Administración federal.
“En los últimos 15 años, el Departamento ha experimentado un crecimiento sin precedentes y los costos se han disparado. Pero en lugar de obtener un retorno de la inversión, los contribuyentes han visto una diplomacia menos efectiva y eficiente”, manifestó Rubio en un comunicado.
El Gobierno también desmanteló la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la agencia de cooperación más grande del mundo, cuyas funciones fueron integradas al Departamento de Estado.
En una conferencia de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, explicó que esta reorganización solo afecta a la sede central en Washington y, por el momento, no incide en la situación de embajadas y consulados.
Según lo publicado la semana pasada por el diario The New York Times, altos funcionarios están evaluando el cierre de al menos diez embajadas, como las de República Centroafricana, Lesoto, Sudán del Sur, Luxemburgo y Malta; y 17 consulados, la mayoría en ciudades europeas.
El ambicioso plan de recortes promovido por Musk dentro del Gobierno ha generado ciertas reticencias y la oposición de algunas agencias federales.
Bruce dejó claro en la rueda de prensa que Marco Rubio es quien encabeza la reorganización del Departamento de Estado, aunque también indicó que ha “aprendido” del trabajo del DOGE liderado por Musk.
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