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“¡Qué negligencia la de ese hombre, pero es que eso era notorio (el deterioro)! Es que solo era cuarto, cuarto, cuarto”, se lamentó Belkis García.
A dos semanas de la mayor tragedia en la historia contemporánea de República Dominicana, que ha dejado 232 fallecidos y al país en shock y conmoción, ciudadanos se trasladan desde diferentes puntos del Gran Santo Domingo a la denominada “zona cero” para contemplar el sitio que hace unos días solo era angustia y desesperación.
“Esto ha sido demasiado. Esto fue algo demasiado grande”, fue la reacción de uno de los visitantes al presentarse por primera vez a la zona del siniestro.
Mientras observaban, algunas personas reaccionaron a las primeras declaraciones del empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, en una entrevista con la periodista Edith Febles en el programa televisivo El Día, transmitido por Telesistema canal 11.
Espaillat confesó en la entrevista que nunca hubo una inspección estatal al Jet Set y que tenía filtraciones desde que fue adquirido en los años 80, lugar donde colapsó el techo la madrugada del 8 de abril del presente año, mientras cantaba el merenguero Rubby Pérez, quien también fue víctima mortal.
“¡Qué negligencia la de ese hombre, pero es que eso era notorio (el deterioro)! Es que solo era cuarto, cuarto, cuarto”, dijo Belkis García.
Otros visitantes atribuyeron el desastre a “cosas del destino” y a la falta de responsabilidad y cumplimiento de tareas por parte de las autoridades.
“Nadie quiere que ocurran cosas así, son cosas que tienen que pasar, pero las autoridades debieron inspeccionar. Si las autoridades hacen lo que tienen que hacer, ocurrirán menos”, expresó Rafael Guillermo.
La zona del siniestro, adornada con flores, fotografías de las víctimas, velones, carteles y custodiada por al menos ocho policías en la entrada, es visitada por personas que documentan el estado actual del lugar.
El empresario relató durante la entrevista que en la azotea había seis unidades de aires acondicionados y tres tinacos para abastecer de agua a los baños y a la cocina, mientras que la planta eléctrica estaba en un cuarto adyacente al edificio.
Hasta la fecha, se han presentado al menos cuatro denuncias formales por parte de familiares de las víctimas mortales del colapso.
Entre ellas, la de Cynthia Mercedes Nadal Porro, madre de Catherine Marie Najri Nadal. La demanda solicita prisión preventiva, además de una compensación de 300 millones de pesos por daños y perjuicios.
Las denuncias también señalan al Estado dominicano y a la Alcaldía del Distrito Nacional por presunta negligencia institucional en la supervisión de la infraestructura.
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