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Puerto Naos (La Palma) (EFE).- Anousheh Ansari, la primera turista espacial, ingeniera iraní-estadounidense, confiesa que no le fascinó la narrativa en torno a la misión de Blue Origin donde participaron la cantante Katy Perry y la periodista Gayle King, y aboga por una visión menos elitista del espacio, ya que “nos pertenece a todos”.
En una entrevista con EFE en el Festival Starmus de La Palma, Ansari cuestionó las formas y la publicidad de esa misión en concreto de la compañía aeroespacial de Jeff Bezos. La particularidad fue ser la primera misión espacial colectiva integrada solo por mujeres (la primera en solitario fue la de la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova en 1963), y lamenta que otras historias de tripulantes de esa nave hayan pasado desapercibidas.
“Había historias increíbles, inspiradoras y de resiliencia como la de -Amanda- Nguyen, de la que deberíamos aprender”, afirma Ansari sobre la investigadora en bioastronáutica y activista contra la discriminación hacia los asiáticos.
Según la ingeniera, quien estuvo casi once días en el espacio en 2006, al mostrar la exploración espacial como un viaje propio de las élites se limita el interés en el espacio, algo que lamenta porque “el futuro de la humanidad está en el espacio”.
Para Ansari, hay un mundo de posibilidades para hacer el planeta más sostenible si se traslada, por ejemplo, gran parte de la contaminación o la necesidad de crear materiales al espacio.
“Después de todo, vivimos en un planeta. No es que estemos separados del espacio, somos parte de él, estamos en él y debemos estudiar cómo podemos usar los recursos que nos ofrece de manera sostenible para mejorar la vida en la Tierra. Y para eso se necesita colaboración público-privada”, reflexiona la ingeniera.
Reconoce que este tipo de soluciones para desviar la contaminación al espacio son aún muy costosas, pero los costes pueden disminuir, como ocurrió en los últimos años con los vuelos suborbitales como los de Blue Origin, que permiten experimentar entre tres y cinco minutos de gravedad cero, viviendo el espacio.
“Los costes bajarán en la próxima década, para que más gente pueda experimentar este efecto que te cambia la vida”, declara Ansari, quien señala que el siguiente gran desafío es reducir aún más los costes de la tecnología necesaria para hacer esos vuelos suborbitales más accesibles.
“Necesitamos nuevas tecnologías, nuevos sistemas de lanzamiento, nuevos sistemas de propulsión, todo menos caro”, resume.
Anousheh Ansari también percibe varios desafíos regulatorios en áreas de la exploración espacial como el acceso y su defensa.
“Espero que podamos tener un modelo regulatorio que aborde adecuadamente la defensa y la militarización del espacio, pero desde una perspectiva humanística, para que no sea solo una nación o una compañía la que se beneficie del acceso a los recursos espaciales”, afirma.
Ante el papel de la NASA frente a las compañías privadas, en un momento en que la administración de Donald Trump ha realizado importantes recortes en la agencia aeroespacial de Estados Unidos, Ansari tiene claro que la NASA debe seguir teniendo un papel principal en las áreas de investigación pura, con fondos públicos, para el beneficio de la humanidad, en un ecosistema en el que las empresas privadas siempre se enfocarán en donde haya negocio.
¿Podría esto generar un conflicto potencial donde los intereses comerciales superen a los científicos y exploratorios? Ansari no lo cree y no ve un conflicto, sino “desafíos” para aclarar cómo se repartirán los beneficios del acceso a los recursos espaciales entre todas las naciones.
“El espacio puede ser fuente de gran parte de los materiales que necesitemos en el futuro. Puede ser un lugar de fabricación.
Limitar su acceso a países más pequeños o a ciertas empresas más pequeñas podría restringir esos beneficios”, resume.
En cuanto a los siguientes grandes avances, algunas anotaciones: “No hay motivos que nos impidan desarrollar nuevos materiales, más ligeros, en la microgravedad del espacio, además de nuevos medicamentos y proteínas”, ejemplifica Ansari, convencida de que esto hará la vida en la Tierra mejor, más fácil y más sostenible.
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