Salud

¿A qué se debe el aumento de casos de infertilidad en hombres y mujeres en la actualidad?

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Anabel Salazar Vera, obstetra y ginecóloga, directora médica de IVI Madrid, y al Dr.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Una de las claves de esta revolución positiva, en un mundo que separa la sexualidad de la maternidad, se puede encontrar en el gran número de mujeres que deciden ser madres sin pareja mediante la reproducción asistida con donación de semen o, directamente, a través de la adopción de embriones.

“Tanto es así que, a día de hoy, en cualquier guardería infantil de España, sería pertinente decir que uno de cada diez bebés (hasta un 11 %) ha nacido con la ayuda de la medicina reproductiva”, destaca el Dr. Juan Antonio García Velasco, catedrático en ginecología y obstetricia de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

EFEsalud se ha desplazado a Barcelona para entrevistar a este médico investigador, director científico del XI Congreso Internacional IVIRMA, que ha publicado más de 200 artículos revisados por pares y 31 capítulos de libros especializados en reproducción asistida y endometriosis.

También, hemos entrevistado a la Dra. Anabel Salazar Vera, obstetra y ginecóloga, directora médica de IVI Madrid, y al Dr. Marcos Meseguer Escrivá, embriólogo en las Clínicas IVI de Valencia y director global de embriología de este congreso IVIRMA 2025.

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Básicamente, porque nos encontramos en pleno desarrollo de un profundo cambio sociocultural. Ante la necesidad de las mujeres y los hombres de concebir hijos e hijas a edades mucho más avanzadas, surge una explosión controlada de tratamientos en reproducción asistida.

Los ovocitos o gametos femeninos envejecen muy pronto, mucho más que los espermatozoides, aunque los gametos masculinos acumulen pérdidas sistemáticas de calidad con el paso del tiempo.

En la mujer, diagnosticamos causas de siempre, muy conocidas: baja reserva ovárica, endometriosis, síndrome del ovario poliquístico, malformaciones, miomas y pólipos uterinos y otros problemas de ovulación (anovulación, oligoovulación).

En el varón, su infertilidad se concentra en el semen de mala calidad.

También por anomalías congénitas (criptorquidia), azoospermia (ausencia total de espermatozoides), oligospermia (cantidad baja), astenospermia (movilidad reducida), teratospermia (morfología anormal), varicocele testicular (dilatación de las venas del cordón espermático) y cáncer testicular.

Con todo, el principal motivo es la edad reproductiva tanto de la mujer como del hombre.

Además, a edades avanzadas aparecen patologías relacionadas con mayor frecuencia que generan infertilidad. A una edad temprana, 20 ó 25 años, las pacientes no tienen miomas, endometriosis o reducción en su reserva ovárica.

A partir de los 35 años de edad, la situación cambia.

A grandes rasgos, corresponde por igual a mujeres y hombres. Digamos que cada género contribuye en un 40 % de casos a la infertilidad. El 20 % restante sería una aportación mixta. Aún así, hay que decir que la clave de la reproducción está en el ovocito.

Es importante explicar que en reproducción asistida es fundamental contar con ovocitos de calidad, puesto que trabajar y tener éxito con los espermatozoides muy malos es relativamente sencillo.

Los ovocitos deben ser buenos, ya que, de momento, no existe forma de mejorarlos. Las células ovacitarias son extraordinariamente complejas.

Un pilar básico es todo lo que gira alrededor de la genética o la genómica, lo que significa comprender aquello que va más allá de los cromosomas de cada célula humana: atesoramos 23 pares (50 % maternos y 50 % paternos) y cada cromosoma contiene alrededor de 20.000 genes.

Entender los genes que codifican o no codifican para generar enfermedades o qué connotaciones poseen respecto a la fertilidad es un avance que se desarrolla a un ritmo trepidante.

Investigamos, a la vez, nuevos biomarcadores predictivos para que las parejas, mujeres y varones puedan conocer las probabilidades reales de tener descendencia, y que estos hijos o hijas sean san@s. El objetivo es conocer el resultado, más o menos complicado, desde la primera consulta.

La secuenciación genómica completa en el diagnóstico preimplantacional podría permitir detectar riesgos de enfermedades graves, hereditarias y adquiridas, en la descendencia: la evaluación del perfil genético del embrión.

Los últimos avances en biología de células madre e ingeniería de tejidos nos han permitido seguir desarrollando la gametogénesis in vitro (IVG), un campo innovador que busca generar gametos funcionales (espermatozoides y ovocitos) a partir de células madre.

Los estudios publicados que trabajan en modelos de ratón y aquellos presentados en este congreso han demostrado la generación exitosa tanto de espermatozoides como de óvulos a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPSCs) y de células madre embrionarias (ESCs).

Aunque la experimentación en ratones ha sido un éxito, trasladar estos hallazgos a las aplicaciones humanas sigue siendo todo un desafío.

Se han logrado grandes avances en el desarrollo de esperma, pero todavía no se han generado ovocitos humanos completamente maduros.

Los principales obstáculos han sido replicar el nicho ovárico, garantizar una división meiótica adecuada y lograr la reprogramación epigenética comparable con la gametogénesis natural, pero la aplicación potencial de la oogénesis in vitro podría revolucionar la medicina.

Sería nuestro sueño poder madurar los ovocitos en el laboratorio y conseguir tratamientos más seguros, con menos medicación y sin hiperestimulación ovárica. Es decir, buscamos facilitar la experiencia de nuestr@s pacientes antes de la transferencia de los embriones al útero materno.

La maduración in vitro (IVM) es beneficiosa para mujeres con síndrome de ovario poliquístico o que están en riesgo de desarrollar síndrome de hiperestimulación ovárica.

Además, la inteligencia artificial reduce el tiempo de los tratamientos en reproducción asistida, aumenta la tasa de embarazo, distingue al espermatozoide con mayores capacidades de fecundación y realza a los ovocitos de mejor calidad.

Debemos introducir estas estrategias en nuestra rutina médica para abandonar lo antes posible el sistema de prueba-error, puesto que una información basada en las mutaciones de los genes y los exomas (regiones genéticas) nos ayudará significativamente a determinar el pronóstico del embarazo.

La endometriosis es una enfermedad que se conoce desde hace más de 100 años y que afortunadamente cada vez la entendemos mejor. Por un lado, controlamos el dolor que genera a la mujer; y por otro, sabemos que esta patología reduce su reserva ovárica.

Si la endometriosis complica su presente reproductivo y quieren quedarse embarazadas cuanto antes, la medicina reproductiva ofrece tratamientos eficaces. Si quieren ser madres en el futuro, antes de que esta reserva ovárica se reduzca mucho más o desaparezca, podrá crioconservar sus ovocitos.

La donación de ovocitos es un acto de generosidad tremendo, como sucede en la donación de órganos en general. La pequeña diferencia puede estar en que la donación de gametos (ovocitos y espermatozoides) puede tener una pequeña compensación económica por las molestias que se puedan generar.

Pero sin duda alguna, creo que hombres y mujeres tenemos que perder el miedo a la donación para ayudar a otras personas a ser madres y padres. De hecho, si donantes y donadas pudieran conocerse en persona serían extraordinariamente felices.

A día de hoy las mujeres suelen buscar el primer embarazo demasiado tarde, más allá de los treinta años, cuando la calidad de nuestros óvulos está en decadencia, recomendamos empezar, según el caso, por la inseminación artificial, un tratamiento reproductivo sencillo.

Preparamos el semen del varón en un quirófano, ya sea del padre o donado, para introducirlo con absoluta eficacia dentro del útero. Una vez alojado, los espermatozoides tienen la misión de encontrar y unirse al ovocito para formar el embrión.

Pero en la actualidad nuestras pacientes acuden a consulta a una edad media de 37 ó 38 años. Dato que nos indica que la mejor opción es la fecundación in vitro, una técnica necesaria debido a la complejidad y dificultad del tratamiento.

También en el quirófano, extraemos primero los ovocitos de la mujer. A continuación, en el laboratorio, unimos el óvulo con el espermatozoide, del padre o donado, formando el embrión de calidad que se transferirá a la futura madre.

La FIV ROPA se emplea cuando una pareja de mujeres desea tener descendencia. Se extraen los óvulos de una o las dos madres y se implantan ya fecundados (embrión) en una de ellas, a su elección.

La FIV de ovodonación se realiza cuando utilizamos óvulos de una donante anónima (en España). Esta mujer deberá tener similares características físicas y compatibilidades que la mujer receptora.

La transferencia de embriones en ciclo natural es algo que ahora realizamos con mucha frecuencia porque empleamos tratamientos con transferencia de embriones congelados por distintos motivos, sobre todo para mejorar los resultados.

Aunque podamos utilizar otra terapia sustitutiva, el ciclo natural de la mujer, en el mejor momento del endometrio, mejora las tasas de implantación embrionaria y los resultados reproductivos tanto para la madre como para el futuro bebé.

Los llamados test de cribado analizan una serie de mutaciones genéticas causantes de patologías raras de las cuales puedan ser portadores la mujer y el varón. Realizarlo con la pareja permite saber si existe algún riesgo de tener una enfermedad grave, más aún si carece de tratamiento médico.

Si el resultado de este tipo de test fuera negativo, las probabilidades de tener un hijo o una hija con alguna enfermedad rara se reducen desde un caso de cada 100 a un caso de cada 30.000 posibilidades.

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