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Santo Domingo.- El sangrado digestivo alto es una de las emergencias médicas más preocupantes, y requiere atención inmediata, afirmó el doctor Rafael Gautreau, gastroenterólogo.
“El sangrado en la parte superior del sistema digestivo, desde la boca hasta el ángulo de Treitz, incluyendo esófago, estómago y duodeno, es una urgencia médica que puede poner en riesgo la vida”, explicó Gautreau.
El especialista señaló que la causa más común de sangrado digestivo alto severo es la úlcera péptica, una erosión en la mucosa gástrica o duodenal que puede estar vinculada a la bacteria Helicobacter pylori, presente en más del 50% de la población mundial. Esta infección, si no se trata, puede derivar en complicaciones serias, incluyendo cáncer gástrico.
El doctor Gautreau también destacó el síndrome de Mallory-Weiss como otra causa importante.
Este ocurre cuando una persona, después de arcadas fuertes, con frecuencia causadas por el consumo excesivo de alcohol o antiinflamatorios, sufre una rotura en el esófago, generando un sangrado abundante.
El médico también llamó la atención sobre los sangrados digestivos ocultos, que no siempre presentan síntomas visibles.
Sobre la respuesta del cuerpo ante un sangrado importante, Gautreau explicó que se produce taquicardia con hipotensión, ya que el corazón trata de compensar la pérdida de sangre aumentando la frecuencia cardíaca.
“El paciente puede experimentar palidez extrema, sudoración fría, decaimiento y sensación de muerte inminente. Son signos de alarma que requieren atención médica inmediata”, enfatizó durante una entrevista en el Programa Matinal.
Además, el especialista advirtió sobre los sangrados rectales que se atribuyen automáticamente a hemorroides.
El doctor Gautreau reiteró que cualquier sangrado que provenga de un orificio natural del cuerpo debe ser investigado sin demora, y solicitó a la población no subestimar síntomas como vómitos con sangre, heces negras o sangre en la ropa interior. “Detectarlo a tiempo puede marcar la diferencia entre salvar una vida o lamentar una pérdida”, concluyó.
El especialista explicó que muchas personas suelen minimizar ciertos síntomas, especialmente si el sangrado es esporádico o aparentemente leve. Sin embargo, el cuerpo siempre envía señales que deben ser atendidas.
Uno de los ejemplos más comunes es el sangrado nasal, conocido como epistaxis. “Es común en niños pequeños, de cuatro, cinco o seis años, porque tienen una formación capilar muy frágil. Las madres suelen resolverlo con remedios caseros, pero, aunque generalmente no es grave, debe observarse si es persistente o muy frecuente”, explicó Gautreau.
En cuanto al sangrado digestivo alto, tema central de la conversación, Gautreau recordó que este puede manifestarse como vómito con sangre o heces oscuras (melenas), y en muchos casos está asociado a úlceras gástricas, várices esofágicas o incluso cáncer. Es una urgencia médica que debe tratarse sin demora.
“El mensaje es claro: ningún sangrado es ‘normal’. Aunque algunos pueden ser benignos, todos deben ser evaluados por personal médico capacitado para descartar causas mayores”.
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