Salud

El barrilito de Omar, ¿para qué se emplea? Estos son sus informes

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo, RD – El polémico Fondo de Gestión Provincial Senatorial, popularmente llamado “barrilito”, ha sido durante años objeto de críticas, controversias y encendidas defensas dentro y fuera del Congreso Nacional.

Aunque la Constitución limita las funciones de los legisladores a legislar, representar y fiscalizar, el uso de este fondo persiste y se extiende, e incluso algunos senadores interpretan que el “barrilito” está ligado a sus labores de representación.

En el caso del senador por el Distrito Nacional, Omar Fernández, su manejo ha suscitado interés por la peculiar manera en que ha decidido emplear el “barrilito”, cambiando su extenso y poco manejable nombre por el de “Fondo Gadiel”.

Conozca sobre: el origen del “barrilito”

Desde que asumió el cargo en agosto de 2024, Fernández ha publicado mensualmente el destino de estos fondos del barrilito, que ascienden a aproximadamente RD$1,059,000, tras un aumento del 10% aprobado en abril de 2025 por el presidente del Senado, Ricardo de los Santos.

En cada caso, el joven legislador ha optado por iniciativas sociales, médicas y comunitarias que, según su equipo, buscan impactar directamente la vida de personas vulnerables.

El primer desembolso del Fondo Gadiel, como ha rebautizado la Oficina Senatorial del Distrito Nacional al barrilito, se destinó al tratamiento de un bebé de 11 meses con un tumor canceroso en la cabeza.

Gadiel, es el nombre de pila del bebé que recibió la ayuda.

Además del fondo oficial, se informó que Fernández donó su salario de ese mes para cubrir completamente la atención médica del infante, a través de la Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil (FACCI).

“Ese dinero es de la gente, no de ningún senador”, expresó Fernández en una declaración pública.

Al mes siguiente, los recursos fueron canalizados hacia la educación y tratamiento de cinco niños diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Fernández aprovechó para hacer un llamado al Ministerio de Educación (Minerd), solicitando que se incluya en el presupuesto una partida para la formación especializada de docentes que puedan atender a niños con necesidades especiales, en cumplimiento con la Ley 34-23.

Coincidiendo con el mes de concienciación sobre el cáncer de mama, el barrilito de octubre fue usado para costear el tratamiento médico y la cirugía de extirpación de tumor a una paciente identificada como Dulce María Rodríguez.

Además, se realizaron operativos de detección para más de 300 mujeres en Cristo Rey.

El fondo de noviembre tuvo un enfoque urbano-comunitario.

Se instalaron más de 500 lámparas LED en callejones de 12 sectores del Distrito Nacional, incluyendo Capotillo, Gualey, Villa Juana y Simón Bolívar.

La iniciativa buscó, según Fernández, brindar mayor seguridad y dignidad a los moradores.

Al cierre del año, el Fondo Gadiel fue destinado a la remodelación del Hogar de Ancianos San Francisco de Asís.

Se adquirieron camas eléctricas, sillas de ruedas, y se rehabilitaron habitaciones y baños.

La obra fue completada con aportes privados, y Fernández incluyó una fiesta navideña para los residentes del centro.

En enero, el barrilito impactó a más de 100 niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, proporcionando desde útiles escolares hasta ayuda psicológica.

En febrero, se resolvió una crisis de agua en el sector Los Guandules con la reparación de una bomba y el suministro de tanques.

En marzo, la atención se centró en personas con Síndrome de Down, financiando terapias y equipos educativos.

La Oficina Senatorial informó la entrega de RD$3 millones a los sobrevivientes del trágico incendio en el centro de entretenimiento Jet Set, para tratamientos médicos y asistencia a familiares.

Se utilizará en la cobertura total de terapias y educación a seis niños con la condición de autismo en edades de tres a seis años.

Además, se brindará asistencia para costear los estudios necesarios para diagnosticar con exactitud su condición, a dos menores.

Todos los informes sobre el uso del fondo son publicados en la página web de la Oficina Senatorial del Distrito Nacional y auditados por una firma privada contratada con recursos propios.

“No hay excusas para ocultar el uso de fondos públicos. Este dinero es del pueblo”, ha insistido el congresista.

No obstante, para muchos críticos, persiste la pregunta fundamental: ¿debería un senador tener funciones ejecutoras, o este tipo de ayuda debería ser competencia del Poder Ejecutivo?

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