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El economista Nelson Suárez aseveró que el trabajo contra la inmigración haitiana debe dirigirse nuevamente, priorizando el control fronterizo y el aporte al progreso de Haití. Manifestó que la relación entre Haití y República Dominicana es como un matrimonio sin divorcio, por lo que lo más sensato es que el Estado dominicano respalde la mejora haitiana a nivel político (organización de partidos), social (registro civil, construcción de hospitales y escuelas) y económico (fortalecer el empresariado y el comercio), con el apoyo de la comunidad internacional. Puede leer: ¿Negocios como nunca antes? Lo que debes saber sobre Expo Constitución 2025. “Las civilizaciones se han forjado con las migraciones. Desde tiempos antiguos, porque el ser humano, incluso por motivos de adaptación, se desplaza a donde considera que hay mejores condiciones de vida. Entonces, eso no lo vamos a evitar. Los haitianos migrarán, más aún dada la inestabilidad que vive ese país”, expresó. Resaltó que, primeramente, se necesita un mayor control en la frontera y luego legalizar o formalizar a aquellos trabajadores imprescindibles para sectores esenciales de la economía, como agricultura y construcción, que dependen de Haití y cuyas carencias de políticas migratorias les perjudican. Afirmó que la tecnificación y automatización en estos sectores no sucederán de inmediato y siempre requerirán de mano de obra. Subrayó que la política migratoria debe realizarse bajo un contexto de humanidad y respeto.
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