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Sí, hay una propuesta para cambiar el seguro agropecuario tradicional a uno paramétrico

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El consultor Ramón Tamburini denunció una trama para sustituir el seguro agropecuario por uno llamado "Seguro Paramétrico", considerándolo un engaño para los agricultores y ganaderos del país.

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El consultor Ramón Tamburini denunció una trama para sustituir el seguro agropecuario por uno llamado “Seguro Paramétrico”, considerándolo un engaño para los agricultores y ganaderos del país.

Según Tamburini, tras esta trama hay funcionarios de nivel medio del Ministerio de Agricultura y del Banco Agrícola, quienes promueven la idea ante las autoridades de reemplazar el seguro agropecuario gestionado por Agrodosa (Aseguradora Agropecuaria Dominicana) por el seguro paramétrico privado, financiado con subsidios estatales.

Tamburini advirtió a las autoridades y a los productores que no se dejen engañar por supuestos expertos en seguros que proponen el cambio del seguro agropecuario por el “Seguro Paramétrico Privado”.

Indicó que el costo de un seguro se basa en dos factores: las reclamaciones esperadas y los gastos operativos de la aseguradora.

Explicó que, mientras las aseguradoras buscan reducir sus costos, limitando el pago de indemnizaciones o disminuyendo los gastos administrativos, algunas empresas han hallado en el seguro paramétrico una herramienta para pagar menos o, directamente, no pagar nada.

En el seguro tradicional o de pérdidas directas, como el que existe en nuestro país, el seguro paga cuando hay pérdidas, pero en el seguro paramétrico, no. El pago se activa al cumplirse un detonador preestablecido, lo que implica que un agricultor puede sufrir pérdidas sin que el seguro cubra los daños.

Precisó que el seguro paramétrico no se basa en los daños reales de los cultivos, sino en detonadores preestablecidos: “si llueve menos de cierta cantidad, si el viento no supera cierta velocidad, si el epicentro del huracán no pasa a cierta distancia… no se paga”. Aunque los sembradíos estén devastados, si el modelo matemático determina que no se activó el gatillo, el productor no recibe nada.

¿Cómo se abarata el seguro paramétrico? Sencillo: se diseñan gatillos tan difíciles de activar, que las indemnizaciones son mínimas o inexistentes. El campo queda desprotegido y los únicos beneficiados son las empresas privadas que lo venden y los funcionarios que lo promueven, afirmó el consultor.

Advirtió que el reto de implementar el seguro agrícola paramétrico reside en la alta probabilidad de calcular erróneamente el riesgo base, debido a la falta de información histórica climática que permita relacionarla con los diferentes riesgos y cómo estos impactan los cultivos agrícolas.

Tamburini precisó que algunos de los promotores del cambio del seguro agrícola tradicional al paramétrico desconocen el sector agropecuario, pero sí están interesados en los beneficios de las primas anuales de los seguros, que podrían alcanzar los mil millones de pesos y dejar comisiones cercanas al 20% a las empresas y del 5% a los intermediarios.

Señaló que este despropósito comenzó impulsando ante los funcionarios del sector agropecuario y del Gobierno una narrativa de desprestigio contra Agrodosa, afirmando que “no paga las indemnizaciones a tiempo, que se necesita un seguro funcional, porque el actual no funciona, que Agrodosa está quebrada y que el modelo de aseguramiento estaba agotado”. Recordó que el Estado adeuda a Agrodosa más de RD$900 millones por subsidios.

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