Tecnologia

Las nuevas “streamers”: trabajo sexual desde un “call center” en Santiago de Cuba

8688434422.png
A Daniela* le prometieron obtener dinero fácilmente si bajaba una aplicación y se creaba una cuenta.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

SANTIAGO DE CUBA. – A Daniela* le prometieron obtener dinero fácilmente si bajaba una aplicación y se creaba una cuenta. Solo debía enviar mensajes, responder al teléfono y permanecer en línea. El requisito era alargar la llamada tanto como fuera posible, sin importar lo que ocurriera del otro lado de la pantalla.

Había escuchado a sus amistades, pero sin muchos detalles, que era una forma “sencilla” de ganar dinero.

“Los muchachos hablaban todo el día de eso y una siempre escuchaba. Averigüé y me explicaron que mientras más usuarios te escribían y llamaban, más dinero hacías”, explicó a CubaNet la joven, que actualmente está en quinto año de Ciencias Médicas en Santiago de Cuba.

La primera vez que atendió una llamada, del otro lado de la pantalla un hombre “bastante mayor” estaba desnudo y masturbándose, mientras le hacía señas para que ella también se tocara.

“Me quedé helada, pensé en colgar, pero estaba prohibido”, recuerda.

Para crear su cuenta en la aplicación Sela Anchor, Daniela le escribió, recomendada por un conocido, a una de las gestoras de la Dreams Agency**, una sucursal que maneja varias aplicaciones similares (Waha, Hily, Sela), en Santiago de Cuba.

Era sábado, alrededor de las 10:00 de la mañana, cuando le escribió al contacto y en unos minutos recibió respuesta. Al instante, la gestora le envió el enlace de la aplicación, que no está disponible para Cuba, pero se puede descargar con VPN.

La administradora nunca dijo su nombre, pero le explicó por audios cómo hacer el ingreso en la plataforma. De igual manera le compartió los enlaces de grupos en WhatsApp y en Telegram, donde interactúan otras jóvenes santiagueras que también trabajan para estos “call centers sexuales”. “En los grupos se compartía todo lo relacionado con el funcionamiento de las aplicaciones, los nuevos ingresos, las reglas y los métodos de pago”, detalla Daniela. Así fue como en diciembre de 2024 se inició como streamer.

El término streamer se utiliza habitualmente para describir a las personas que realizan transmisiones en directo a través de plataformas digitales y comparten contenidos como videojuegos, charlas, reacciones o debates con su audiencia en tiempo real.

Sin embargo, existe otra modalidad que se ha popularizado bajo una etiqueta similar, pero con una naturaleza distinta: las llamadas “modelos streamer”. Estas personas, que se dedican a participar en videollamadas privadas a cambio de dinero, ofrecen contenido de carácter erótico y explícito para adultos. En el caso de las streamers cubanas, el cobro es en MLC.

“El registro fue muy simple”, recuerda Daniela. Una vez que tuvo la aplicación de Sela descargada, la joven inició un VPN y cambió su ubicación a Colombia, antes de comenzar el registro.

La gestora de la agencia le explicó que las colombianas tienen mayores beneficios dentro de la aplicación y que reciben más clientes.

Precisamente Colombia es uno de los países de la región donde más ha proliferado esta modalidad de trabajo sexual. Incluso, este debate ha llegado al Congreso y se han presentado al menos ocho proyectos de ley que buscan regular las condiciones de trabajo.

El auge y el reconocimiento de esta actividad en Colombia, sería, según indica un experto en seguridad digital consultado por CubaNet, la verdadera razón para registrarse desde el país sudamericano.

“Todas estas aplicaciones deben cumplir requisitos laborales que demuestren que no hay trata de personas, explotación o menores de edad involucrados. Si las modelos registran que proceden de Cuba u otro país que la app no tenga autorizado para comercio, las bloquean por posible abuso laboral o falta de normativas. Al ubicarse en Colombia no tendrán estos problemas”.

“Ya con el VPN desde Colombia, me registré usando mi cuenta de Google e introduje unos datos. Lo siguiente fue subir una foto mía pues se necesita hacer una verificación de seguridad; ya después una la quita y pone cualquier otra, de una desconocida”, continúa Daniela.

Finalmente, la futura médica subió tres imágenes atractivas y una descripción inventada para ganar el interés de los usuarios. Los mismos gestores, señala, son los que aconsejan a las streamers que utilicen datos personales e imágenes falsas para proteger su privacidad.

Los gestores también les advierten que si infringen las reglas se les cortará el flujo de llamadas y, en casos graves, se les cerrará la cuenta y perderán su dinero.

Ahora bien, desde el momento en que chicas y chicos*** ya han creado sus perfiles como mujeres colombianas en Sela, deben enviar a los administradores una captura de pantalla de su perfil y del número de ID, único para cada streamers. Lo siguiente es esperar a que les activen la cuenta.

En Sela las streamers van sumando monedas según los servicios que oferten y los clientes que las busquen. También hay un grupo de tareas diarias que hay cumplir. Lo mejor pagado son las llamadas privadas, que permiten acumular entre 240 a 1.020 monedas por minuto.

Esta diferencia en el pago se realiza dependiendo del nivel de las streamers. Se premia a las que más tiempo y clientes tengan en la app. A medida que se consigue “popularidad” los pagos suelen ser mejores.

Lo que menos se monetiza son los mensajes (entre dos y ocho monedas), mientras que por fotos privadas reciben 100. Como en las demás apps, existen tareas diarias que hay que cumplir para acumular monedas. Cuando acumulas 6.667 monedas, ganas un dólar, pero el mínimo para retirar son 70.000 monedas, equivalentes a 10,50 dólares o MLC, que es lo que pagan en Cuba.

“No es tan difícil llegar a la meta en poco tiempo para las chicas que ofrecen contenido explícito, que no es mi caso”, apunta Daniela. “Es demasiado incómodo para mí relajarme con personas desconocidas, que están tocándose sus partes íntimas con cara de maniáticos”.

La joven cuenta que solo ha mostrado su rostro y dicho algunas palabras o frases. Como no es el comportamiento que esperan los usuarios, la mayoría cuelgan rápidamente. “Salvo uno o dos que desean conversar para pasar el rato”, especifica la joven.

“A veces solo llaman y cuando les contesto y me ven vestida, cuelgan de una. Esperan que esté sin ropa y dispuesta a hacer lo que quieren. Porque muchas chicas sí lo hacen”, confesó.

Que los usuarios no te prefieran tiene consecuencias en Sela. Si la app registra que el 60 por ciento de las videollamadas de una streamer han sido demasiado cortas, bloquea la cuenta en automático. A Daniela le ha pasado esto un par de veces. Entonces lo que corresponde es hablar con el administrador para que se reactive nuevamente.

Solo las gestoras tienen contacto con las personas que operan desde el exterior el negocio y envían los pagos a Cuba. En el caso de Daniela logró retirar dos veces su pago. Fueron 22 MLC en total, en poco más de un mes recibiendo llamadas y mensajes.

Daniela nunca supo quién o quiénes operan la plataforma, cuán justo es o no su pago, y mucho menos firmó contrato alguno para proteger su privacidad y el uso de su imagen.

¿Mostrarse desnuda en una videollamada a cambio de dinero es trabajo sexual? Para algunos expertos, sí. Dicen que cumple con las condiciones porque se utiliza el cuerpo como medio para obtener capital a través de la sexualidad, aunque sea de manera virtual. Sin embargo, la mayoría de las modelos entrevistadas por CubaNet no lo ve igual. Ellas aclaran que no consideran que estén ejerciendo prostitución, porque no hay contacto físico con nadie. Para las muchachas, es simplemente un trabajo en línea que les permite generar ingresos sin salir de casa.

Así lo percibe Liliana*, otra estudiante de Medicina entrevistada, que se muestra totalmente desnuda en las llamadas. Cuando se le pregunta por su empleo alternativo, Liliana se refiere a sí misma como una creadora de contenidos que trabaja para una agencia en línea, y se niega a que se le presente como trabajadora sexual porque “no hay contacto físico”, explica.

La joven santiaguera ha transitado por Sela y Hily, pero actualmente trabaja en Waha porque en esa última se consigue más dinero. “Hay chicas que hacen más de 100 MLC en la semana”, aseguró. “Esa es mi meta”.

Waha se descarga directamente de la App Store y es ahora la aplicación con mayores ingresos semanales, de ahí que sea la más solicitada. Liliana compartió con CubaNet un listado con 28 números de identidad de jóvenes que esperaban la activación de sus cuentas para entrar a la plataforma. Debido al gran flujo, las admisiones solo se están haciendo los domingos de cada semana, explica la estudiante.

Liliana entró a esta plataforma en enero pasado y, al igual que el resto de las streamers, tuvo que enviar su nombre completo y una foto sosteniendo el carné de identidad para “verificar la información”. Además, adjuntó la captura de pantalla del perfil de Waha, junto a su identificación.

“Debo confesar que eso sí me dio un poco de miedo. Es nuestra verdadera información, y siempre existe el temor de que se filtre o algo así. Pero la administradora es una muchacha de aquí de Santiago; también es universitaria y eso me tranquilizó un poco”, argumentó la chica.

Aunque en teoría esto busca protegerlas y evitar que se involucren menores de edad, el problema viene cuando esa información personal queda en manos equivocadas. Si se filtra, se expone no solo su verdadera identidad, sino también datos como su dirección, nombre completo y número de identidad, lo que las pone en riesgo de acoso, extorsión o incluso de ser localizadas en la vida real.

Las consecuencias pueden ser más devastadoras si se tiene en cuenta que muchas de las implicadas mantienen su trabajo en secreto por miedo al estigma social o familiar. De hecho, ambas entrevistadas ocultan a su familia y parejas que han obtenido dinero por esta vía.

Además, en el

TRA Digital

GRATIS
VER