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París.- El thriller de venganza del cineasta iraní disidente Jafar Panahi, “It Was Just an Accident”, se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes el sábado, adjudicando el máximo galardón del festival a un director al que se le impidió salir de Irán durante más de 15 años.
Cate Blanchett entregó el premio a Panahi, quien hace tres años estuvo preso en Irán antes de comenzar una huelga de hambre. La multitud se puso de pie, brindándole una estruendosa ovación al cineasta.
El triunfo de “It Was Just an Accident” alarga una de las rachas más singulares en el cine: el distribuidor independiente Neon ha respaldado a las últimas seis ganadoras de la Palma de Oro. Neon, que adquirió “It Was Just an Accident” para su distribución en Norteamérica tras su estreno en Cannes, también distribuyó las ganadoras de la Palma “Parasite”, “Titane”, “Triangle of Sadness”, “Anatomy of a Fall” y “Anora”.
La ceremonia de clausura del Festival de Cine de Cannes tuvo lugar tras un considerable apagón que afectó al sureste de Francia el sábado, debido a lo que la policía sospechaba era un incendio intencionado. Unas horas antes de que las estrellas comenzaran a desfilar por la alfombra roja, la luz volvió a Cannes.
El Gran Premio, o segundo premio, fue concedido al drama familiar noruego de Joachim Trier, “Sentimental Value”, su aclamada secuela de “The Worst Person in the World”.
El thriller político brasileño de Kleber Mendonça Filho, “The Secret Agent”, se llevó dos premios: mejor director para Filho y mejor actor para Wagner Moura.
El Premio del Jurado se dividió entre dos películas: el viaje por el desierto de Óliver Laxe, “Sirât”, y el drama generacional alemán de Mascha Schilinski, “Sound of Falling”.
El premio a mejor actriz fue para Nadia Melliti por “The Little Sister”, el drama francés sobre la madurez de Hafsia Herzi.
Los hermanos belgas Jean-Luc y Pierre Dardennes obtuvieron el mejor guion por su más reciente drama, “Young Mothers”. Ellos han ganado la Palma de Oro en dos ocasiones.
El premio de Cannes a la mejor ópera prima recayó en Hasan Hadi, por “The President’s Cake”, el primer largometraje iraquí en obtener algo en el festival.
La ceremonia del sábado puso fin a un 78º Festival de Cine de Cannes donde la geopolítica proyectó una larga sombra, tanto en la pantalla como fuera de ella. Poco antes del fastuoso evento en la Riviera Francesa, que también es el mayor mercado cinematográfico del mundo, el expresidente estadounidense Donald Trump planteó la idea de un arancel del 100% a las películas producidas en el extranjero.
La mayoría de los cineastas reaccionaron con indiferencia, tildando el plan de ilógico. “¿Puedes retener la película en aduana? No se envía así”, declaró Wes Anderson, quien estrenó su última película, “The Phoenician Scheme” en el festival.
Esa fue una de las principales películas estadounidenses en Cannes, junto con “Highest 2 Lowest”, de Spike Lee; la película de acción de Christopher McQuarrie-Tom Cruise “Mission: Impossible — Final Reckoning”, y “Eddington” de Ari Aster.
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