Salud

Adopción: un camino hacia el cariño y el hogar

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Adoptar es más que un acto legal: es una decisión basada en el amor, la integración y el compromiso.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Adoptar es más que un acto legal: es una decisión basada en el amor, la integración y el compromiso. Más que un simple trámite, es un proceso meticulosamente regulado, cuyo objetivo es proteger el interés superior del menor y brindarle una familia segura y afectuosa.

La Ley 136-03, que regula los derechos de la niñez y la adolescencia en República Dominicana, establece que la adopción es una institución jurídica de orden público e interés social, destinada a garantizar el bienestar integral de los niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales. Asimismo, define una serie de requisitos para quienes aspiran a adoptar.

Las personas interesadas en adoptar deben tener entre 30 y 60 años, sin importar su estado civil, siempre que demuestren condiciones físicas, morales, sociales y emocionales adecuadas para asegurar el bienestar integral del menor. Adicionalmente, debe existir una diferencia mínima de 15 años entre el adoptante y el niño, niña o adolescente.

En el caso de parejas, se requiere un mínimo de tres años de matrimonio legal o cinco años de convivencia en pareja.

Tener hijos biológicos no impide adoptar; sin embargo, si estos tienen más de 12 años, deberán expresar su opinión ante el juez o consulado correspondiente. Este enfoque busca armonizar la dinámica familiar y asegurar que el nuevo integrante sea acogido en un entorno emocionalmente estable.

¿Dónde comenzar el proceso?

El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) es la única institución autorizada para gestionar procesos de adopción en República Dominicana. Todas las solicitudes, ya sean nacionales o internacionales, deben ser canalizadas a través de este organismo, que también coordina la homologación de las sentencias con el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes.

El proceso de adopción es gratuito, lo cual elimina barreras económicas para las personas o parejas dispuestas a ofrecer un hogar a un menor.

No obstante, el procedimiento puede demorar entre 3.5 y 4 años, dependiendo del perfil del niño solicitado y el flujo de la lista de espera. Las solicitudes que buscan niños de ciertas edades o características específicas suelen tardar más.

Una vez finalizado el proceso de adopción, el niño goza de los mismos derechos y obligaciones que un hijo biológico dentro de su nueva familia. Esta forma de adopción es irrevocable, lo que refuerza su carácter definitivo y protector.

“Cuando hablamos de adopción, nos referimos a padres del corazón y es fundamental que comprendan profundamente lo que implica este proceso. La adopción es una decisión irrevocable y muchos de los niños adoptados tienen historias previas que en gran parte se desconocen. Por eso, es esencial psicoeducar a las familias adoptivas, para que puedan entender y asumir esta realidad, y criar al niño como si fuera un hijo biológico, desde el amor y el compromiso”, explica la psicóloga Laura Romero Licairac, especialista en Acogimiento Familiar y Adopciones.

Modalidades de adopción

En República Dominicana existen cuatro modalidades de adopción, dos nacionales y dos internacionales. Las nacionales pueden ser adopción privilegiada con convivencia previa, donde el adoptante ya ha compartido tiempo con el menor; y adopción por filiación desconocida, cuando el niño no tiene vínculos familiares identificables.

A nivel internacional, también se reconocen estas dos variantes, pero en el caso de la adopción con convivencia, se exige que el vínculo haya sido desarrollado dentro del territorio dominicano.

Acompañamiento emocional y social

El proceso de adopción no debería concluir con la sentencia judicial. Tanto los padres como los hijos adoptivos deberían recibir acompañamiento psicológico y social. Este seguimiento permite facilitar la adaptación, abordar posibles conflictos emocionales y fortalecer los lazos afectivos.

Romero Licairac señala la importancia del acompañamiento psicológico desde el principio: “Siempre recomiendo que, tan pronto el niño se integre a su nueva familia, se inicie un proceso de acompañamiento con un psicólogo especializado en adopción. Es fundamental trabajar el tema desde el principio para que no se convierta en un tabú, sino que se viva como un proceso natural y normalizado dentro del hogar”.

Los talleres, terapias familiares y asesorías legales son parte del paquete de apoyo de CONANI que garantiza que el proceso de integración sea exitoso y armonioso. Las familias adoptivas también encuentran redes de apoyo entre otras familias en la misma situación, lo que fomenta un entorno de comprensión mutua y aprendizaje compartido.

¿Por qué adoptar?

La psicóloga Romero Licairac, indica que “la mayoría de las parejas o personas individuales que desean adoptar lo hacen tras enfrentar problemas de fertilidad. Muchas se someten a tratamientos de reproducción asistida y, al no lograr un embarazo con el paso del tiempo, optan por la adopción. En mi experiencia, una minoría decide adoptar aun teniendo la capacidad de concebir biológicamente”.

Sin embargo, las motivaciones para adoptar son tan diversas como válidas. Algunas personas ven en la adopción la posibilidad de formar una familia cuando no pueden tener hijos biológicos; otras desean ofrecer un nuevo comienzo a niños en situación de vulnerabilidad; y hay quienes, movidos por convicciones éticas, sociales o religiosas, deciden brindar amor y estabilidad a un menor que lo necesita.

En un país donde muchos niños crecen sin el cuidado de una familia, la adopción representa un acto profundamente transformador. No solo para el menor, sino también para quienes deciden abrir su corazón y su hogar.

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