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Hoy se celebra el día ‘Por los derechos de las personas con epilepsia’, Día Nacional de la Epilepsia, instituido en 2006 con el propósito de informar y sensibilizar a la población sobre esta enfermedad y sobre la realidad y necesidades de los pacientes con epilepsia.
La epilepsia es una patología crónica no transmisible que se caracteriza por la aparición de convulsiones recurrentes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay 50 millones de personas con epilepsia y tres cuartas partes no reciben el tratamiento que necesitan. Y una cuarta parte de las crisis son inadvertidas por el paciente o su familia.
Mayo Clinic explicó que los síntomas de las convulsiones varían según el tipo de convulsión. Dado que la epilepsia se debe a cierta actividad en el cerebro, las convulsiones pueden afectar cualquier proceso cerebral.
Algunos de los síntomas de las convulsiones pueden incluir los siguientes:
A veces, las personas con epilepsia pueden experimentar cambios en su conducta. También pueden tener síntomas de psicosis.
La mayoría de las personas con epilepsia normalmente tienen el mismo tipo de convulsión en cada episodio. Los síntomas suelen ser similares en todos los episodios.
La epilepsia no tiene una causa identificable en aproximadamente la mitad de las personas que padecen la afección, explicó Mayo Clinic.
En los otros casos, la afección puede deberse a diversos factores como, por ejemplo, los siguientes:
Afecciones del desarrollo. En ocasiones, la epilepsia aparece acompañada de afecciones del desarrollo. Las personas con autismo son más propensas a tener epilepsia en comparación con otras personas sin autismo. Los investigadores también han descubierto que las personas con epilepsia tienen más predisposición a sufrir trastorno por déficit de atención e hiperactividad y otras afecciones vinculadas al desarrollo. El hecho de tener ambas afecciones puede estar relacionado con la genética.
Influencia genética. Algunos tipos de epilepsia suelen ser hereditarios. En estos casos, es probable que haya influencia genética. Los investigadores han asociado algunos tipos de epilepsia a genes específicos, pero algunas personas tienen epilepsia genética que no es hereditaria. Un niño puede presentar cambios genéticos que no los heredó de sus padres. En la mayoría de los casos, los genes son solo una parte de la causa de la epilepsia. Algunos genes pueden hacer que una persona sea más sensible a las condiciones ambientales que desencadenan las convulsiones.
Traumatismo craneal. Un traumatismo craneal como consecuencia de un accidente automovilístico o de otra lesión traumática puede provocar epilepsia.
Factores en el cerebro. Los tumores cerebrales pueden provocar epilepsia. La epilepsia también puede surgir por la manera en la que se forman los vasos sanguíneos en el cerebro. Las personas con afecciones en los vasos sanguíneos, como malformaciones arteriovenosas y malformaciones cavernosas, pueden sufrir convulsiones. En las personas mayores de 35 años, los accidentes cerebrovasculares son una de las causas principales de epilepsia.
Infecciones. La meningitis, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la encefalitis viral y algunas infecciones parasitarias pueden causar epilepsia.
Lesiones antes del nacimiento. Antes del nacimiento, los bebés son sensibles al daño cerebral que puede originarse por diversos factores, como una infección en la madre, una mala nutrición o la falta de oxígeno. Este daño cerebral puede provocar epilepsia o parálisis cerebral.