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Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.
Seguro que te ha sucedido: estás fuera de casa, sin cargador a la vista y el icono de batería se torna rojo. Es en ese instante cuando muchos usuarios recurren al modo de bajo consumo del iPhone, una función integrada en iOS que reduce el gasto energético al mínimo sin desconectar lo esencial. Aunque lleva años disponible, aún hay quien desconoce exactamente qué hace ni cuándo es buena idea usarla. Apple introdujo esta función pensando en prolongar la autonomía del iPhone cuando la batería empieza a flaquear. Pero lo interesante es que no solo sirve para salir del apuro: en algunas situaciones, puede activarse de manera preventiva para estirar la batería durante horas.
Qué hace exactamente el modo de bajo consumo
Cuando activas el modo de bajo consumo, el iPhone modifica varios ajustes del sistema para ahorrar energía. Reduce el brillo de la pantalla, detiene las actualizaciones en segundo plano, limita los efectos visuales y suspende tareas que normalmente siguen funcionando sin que te percates, como la descarga automática de correo o la sincronización de fotos.
Disminuye el rendimiento del procesador de manera muy controlada. El objetivo no es que el móvil se vuelva lento, sino que gaste lo mínimo imprescindible para seguir funcionando sin problemas. En muchos casos, el usuario apenas nota diferencia en la experiencia de uso.
Cuándo deberías activarlo tú mismo
Por defecto, el iPhone te propone activar el modo de bajo consumo cuando el nivel de batería cae por debajo del 20%, con una alerta en pantalla. Pero también puedes activarlo manualmente antes, si sabes que te espera un día largo sin enchufes cerca, un viaje en tren o una jornada con mucho uso del móvil.
También es útil si notas que la batería está bajando más rápido de lo normal o si quieres evitar que se consuma energía de más en segundo plano. No hace falta esperar a que el sistema lo sugiera, tú decides cuándo lo necesitas.
Aunque el modo de bajo consumo está muy bien optimizado, hay algunas funciones que se ven afectadas. Por ejemplo, se detiene la subida automática de fotos a iCloud, se ralentiza la tasa de refresco en modelos con pantalla ProMotion, y puede que ciertas animaciones o efectos visuales se vean algo más sencillos. También se reducen las búsquedas de Spotlight en segundo plano.
Eso sí, cuando conectas el iPhone al cargador y la batería supera el 80%, el modo de bajo consumo se desactiva automáticamente. Así no tienes que preocuparte de volver a cambiar la configuración manualmente.
Ideal para móviles antiguos o con batería degradada
El modo de bajo consumo cobra especial sentido si tu iPhone ya tiene unos años o si la batería está algo desgastada. Activarlo en estos casos puede ayudarte a llegar al final del día sin tener que ir con el cargador a cuestas. También es útil si usas el móvil principalmente para tareas básicas, como llamadas, mensajes o redes sociales, y prefieres ganar horas de autonomía sacrificando ciertas funciones secundarias.
Una herramienta discreta pero muy eficaz
Aunque no es tan visible como otras opciones de iOS, el modo de bajo consumo del iPhone es uno de esos ajustes que puede marcar una gran diferencia en el día a día. No necesita apps extra ni complicadas configuraciones, y lo puedes activar siempre que lo necesites. Si aún no lo usas, quizás hoy sea un buen momento para probarlo.
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