Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
EE.UU. aplicó este miércoles un aumento de los aranceles sobre el acero y el aluminio, que se duplican, alcanzando el 50 %, y suman más incertidumbre a las negociaciones con China o la Unión Europea (UE) para lograr acuerdos que terminen la guerra comercial.
La subida decidida por el presidente, Donald Trump, parece que afectará especialmente a países como Canadá, el principal proveedor de ambos metales a EE.UU., a grandes productores de acero como México, Brasil, Corea del Sur o Vietnam, y también a China, el segundo país que más aluminio vende a la primera economía mundial.
Su orden ejecutiva aclaró que la medida es necesaria para que dichas importaciones “no amenacen con perjudicar la seguridad nacional”.
Lea más: Petro convocará la consulta popular vía decreto: “El pueblo debe expresarse”
El aumento “contrarrestará con mayor eficacia a los países extranjeros que continúan vertiendo excedentes de acero y aluminio a bajo precio en el mercado estadounidense, socavando así la competitividad de las industrias estadounidenses” del sector, afirmó el mandatario.
Trump estimó que aunque los gravámenes del 25 % han facilitado “un sostenimiento crítico de los precios” en el mercado nacional, todavía no han permitido que estas industrias desarrollen y mantengan las tasas de utilización de la capacidad de producción que son necesarias para su fortaleza y las necesidades de defensa nacional.
El Reino Unido no se verá afectado por la subida del 50 % y sus aranceles permanecerán en el 25 %, en virtud de un acuerdo bilateral cuyo cumplimiento se revisará en julio para ver si hay que modificarlos.
El incremento al resto se produce después de que los tribunales en EE.UU. hayan comenzado a poner trabas a gran parte de su política arancelaria -la referida a los mal llamados “aranceles recíprocos”- o de que el propio presidente, sin dar detalles, haya acusado a Pekín de vulnerar un acuerdo alcanzado a principios de mayo para rebajar temporalmente los gravámenes mutuos.
El arrebato del republicano fue respondido el martes por las autoridades chinas, que dijeron que fue EE.UU. quien ha violado el pacto de Ginebra al imponer lo que calificó de medidas de “supresión extrema”, como nuevas restricciones sobre chips o la cancelación de visados a estudiantes chinos anunciada en la última semana.
Le puede interesar: Juan Daniel Oviedo lanza comité promotor a la Presidencia y anuncia listas al Congreso
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió el martes en que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán esta misma semana una llamada telefónica que ayudará a desbloquear la situación, una posibilidad sobre la que por ahora no se ha pronunciado Pekín.
Asimismo, Bruselas ha lamentado el incremento de los aranceles al acero y al aluminio, sobre todo después de que una reciente llamada entre el mandatario estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ayudara a acercar posturas después de que el propio Trump amenazara con activar gravámenes generalizados del 50 % para la UE por la falta de avances.
El comisario europeo de comercio, Maros Sefcovic, planea reunirse este miércoles en París con el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, con la idea de avanzar en la creación de un nuevo marco comercial antes de que expire a principios de julio la prórroga concedida por la Casa Blanca para que entren en vigor los “aranceles recíprocos”.
Leavitt confirmó a su vez que el propio Greer ha enviado una carta a los socios comerciales de EE.UU. para recordarles de forma “amistosa” que se acerca la fecha límite para aplicar esos impuestos aduaneros, que en el caso de la UE gravarían sus importaciones con un recargo del 20 %.
Agregar Comentario