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El martes, el presidente estadounidense Donald Trump declaró que Estados Unidos sabe dónde se esconde el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en el marco del conflicto entre Israel e Irán, pero que no desea que lo maten “por ahora”.
En una publicación en redes sociales, Trump exigió la “rendición incondicional” de Irán mientras el conflicto que estalló hace cinco días sigue escalando.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el supuesto ‘Líder Supremo'”, agregó Trump. “Es un objetivo fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos misiles disparados contra civiles o soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está acabando”.
Las declaraciones cada vez más belicosas de Trump hacia el gobierno iraní se producen después de que instara a los 9,5 millones de residentes de Teherán a huir por sus vidas mientras abreviaba su visita a una cumbre internacional para regresar a Washington para conversaciones urgentes con su equipo de seguridad nacional.
Las declaraciones sobre Jamenei y los llamamientos a la rendición se produjeron poco después de que Trump, en una publicación separada, afirmara que tiene el control total de los cielos sobre Teherán.
En los primeros días del conflicto, Trump rechazó un plan presentado por Israel para eliminar a Jamenei, según un funcionario estadounidense familiarizado con el asunto, que no estaba autorizado para comentar sobre el tema debido a su delicadeza y habló bajo condición de anonimato.
Los israelíes habían informado al gobierno de Trump que habían elaborado un plan factible para eliminar a Jamenéi. Pero los funcionarios de la Casa Blanca informaron a los israelíes que Trump se oponía a tal medida. A los funcionarios estadounidenses les preocupaba que el plan para eliminar a Jamenéi pudiera encender el conflicto y desestabilizar la región.
Trump regresó a la Casa Blanca de la cumbre del Grupo de los Siete en las Montañas Rocosas canadienses el martes temprano, en un momento crucial de su presidencia. Israel, con cinco días de ataques con misiles, ha causado daños considerables a Irán y cree que ahora puede asestar un golpe definitivo a su programa nuclear, especialmente si recibe un poco más de ayuda de Estados Unidos.
Pero una mayor participación estadounidense, quizás proporcionando a los israelíes bombas rompebúnkeres para penetrar en las instalaciones nucleares iraníes construidas bajo tierra u ofreciendo otro apoyo militar directo, conlleva un enorme riesgo político para Trump.
Trump, mientras regresaba a Washington, expresó su frustración con los líderes iraníes por no llegar a un acuerdo. Dijo que ahora buscaba “un verdadero final” al conflicto y una “rendición completa” del programa nuclear de Teherán.
“Deberían haber hecho el trato. Les dije, ‘Hagan el trato'”, declaró Trump a los periodistas en el Air Force One. “Así que no sé. No estoy muy dispuesto a negociar”.
Irán ha insistido en que su programa nuclear es solo para fines pacíficos, y las agencias de inteligencia estadounidenses han estimado que Teherán no está desarrollando activamente una bomba atómica.
Trump, quien mantuvo una reunión en la Sala de Crisis con asesores el martes por la tarde, parece estar preparando un argumento para un rol estadounidense más directo en el conflicto. Estados Unidos ha reposicionado buques de guerra y aviones militares en la región para responder si el conflicto entre Israel e Irán se intensifica aún más.
Mientras tanto, el Departamento de Estado creó un grupo de trabajo especial para ayudar a los estadounidenses que buscan salir de Israel y otros países de Oriente Medio, aunque actualmente no se planean evacuaciones gubernamentales. Hay unos 700.000 estadounidenses, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses-israelíes, en Israel y miles más en otros países de Oriente Medio, incluido Irán.
Trump dejó la cumbre del G7 un día antes para regresar a Washington y centrar su atención en la crisis de Oriente Medio. Mientras estaba en la cumbre, Trump generó preocupación cuando instó a los iraníes en una publicación en redes sociales a “evacuar Teherán de inmediato”.
Cuando se le preguntó sobre su comentario de evacuación, Trump dijo a los periodistas: “Solo quiero que la gente esté segura”.
Añadió que no descartaba una opción diplomática y que podría enviar al vicepresidente JD Vance y al enviado especial Steve Witkoff a reunirse con los iraníes.
También restó importancia a las afirmaciones de la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, quien dijo a los legisladores en marzo que las agencias de espionaje no creían que Irán estuviera construyendo un arma nuclear.
“No me importa lo que ella dijo”, expresó Trump. “Creo que estaban muy cerca de tenerla”.
Gabbard minimizó la discrepancia con Trump, y culpó a los medios de tergiversar su testimonio anterior y afirmó que “el presidente Trump estaba diciendo lo mismo que yo dije”.
Los israelíes dicen que su ofensiva ha destruido las defensas aéreas de Irán y ahora pueden atacar objetivos en todo el país a voluntad. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice que el bombardeo israelí continuará hasta que el programa nuclear de Irán y los misiles balísticos sean destruidos.
Hasta ahora, Israel ha atacado múltiples sitios del programa nuclear iraní, pero no ha logrado destruir la instalación de enriquecimiento de uranio de Fordo.
Las instalaciones están enterradas profundamente, y para eliminarlas, Israel podría necesitar la bomba GBU-57 de 14 toneladas (30.000 libras), que utiliza su peso y fuerza cinética para alcanzar objetivos bajo tierra y luego explotar. Pero Israel no tiene la munición ni el bombardero necesario para lanzarla: dicha bomba es lanzada actualmente por el bombardero furtivo B-2.
Las defensas de Israel siguen en gran medida intactas tras los ataques de represalia de Irán, pero algunos de los misiles de Teherán están atravesando y causando un impacto mortal.
Trump se irritó cuando se le preguntó sobre algunos de sus simpatizantes, incluido el presentador conservador Tucker Carlson, quienes han insinuado que una mayor participación de Estados Unidos sería una traición a los seguidores que se sintieron atraídos por su promesa de poner fin a la participación del país en guerras costosas e interminables.
“Alguien que por favor le explique al loco Tucker Carlson que Irán no puede tener un arma nuclear”, escribió el presidente en redes sociales.
Otros partidarios prominentes de Trump también han expresado preocupaciones sobre hasta dónde debería llegar el presidente en su apoyo a Israel.
La representante federal Marjorie Taylor Greene, el exasesor de Trump Steve Bannon y el fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk, están entre los aliados prominentes de Trump que han señalado que los votantes apoyaron a Trump porque prometió no involucrar a la nación en enfrentamientos extranjeros y ser cauteloso con la expansión de la participación nacional en el conflicto de Oriente Medio.
Y los representantes Thomas Massie, un republicano de Kentucky, y Ro Khanna, un demócrata de California, presentaron una resolución el martes que pide a Trump que “cese” el uso de las fuerzas armadas estadounidenses contra Irán a menos que sea “explícitamente autorizado” por una declaración de guerra del Congreso.
En una publicación el martes en X, Vance dijo que quería abordar “un montón de cosas locas en las redes sociales” sobre el enfoque de Trump hacia Irán.
Vance argumentó que Trump ha sido congruente en que “Irán no puede tener enriquecimiento de uranio” y ha dicho “repetidamente que esto sucedería de una de dos maneras: la fácil o la ‘otra'”.
Pero también hay partidarios de Trump, incluido el senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham, que están argumentando que este es el momento de Trump para asestar un golpe decisivo a Irán. Graham está pidiendo a Trump que “vaya con todo” en apoyo a Israel y destruya el programa nuclear de Irán.
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