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Washington, Estados Unidos, 20 de junio. Un cercano colaborador del prófugo jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación, alias “El Mencho”, orquestó por años una extensa red de narcotráfico, utilizando un semisumergible y otros métodos para evadir ser detectado, además de suministrar armas a uno de los cárteles más poderosos de México, según fiscales.
El viernes, José González Valencia fue sentenciado en la corte federal de Washington a 30 años en una cárcel estadounidense tras su arresto en 2017 en un balneario de Brasil, mientras vacacionaba con su familia bajo un nombre falso.
González Valencia, de 49 años, conocido como “Chepa”, junto con sus dos hermanos, lideró un grupo llamado “Los Cuinis” que financió las operaciones de narcotráfico del Cártel Jalisco Nueva Generación, o CJNG, el violento grupo criminal recientemente designado como organización terrorista extranjera por el gobierno del presidente Donald Trump. Su cuñado es el líder del CJNG, Nemesio Rubén “El Mencho” Oseguera Cervantes, a quien el gobierno de Estados Unidos ha perseguido durante años.
Mientras tanto, el yerno de El Mencho, Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, compareció en la misma sala del tribunal el viernes por la mañana para declararse culpable en un caso separado donde se le acusa de conspiración para lavado de dinero. Gutiérrez Ochoa fue arrestado el año pasado en California, cerca del final del gobierno del expresidente Joe Biden. Las autoridades señalaron que residía en ese estado con un nombre falso tras fingir su propia muerte y escapar de México.
En conjunto, las acusaciones reflejan los esfuerzos del gobierno estadounidense para debilitar al brutal Cártel Jalisco Nueva Generación, responsable de introducir enormes cantidades de cocaína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos, y para rastrear a su escurridizo líder. El gobierno de Trump busca incrementar la presión sobre el CJNG y otros cárteles designados como organizaciones terroristas extranjeras, lo que otorga a las autoridades nuevas herramientas para procesar a quienes están asociados con tales grupos.
Matthew Galeotti, que encabeza la división penal del Departamento de Justicia, manifestó en una entrevista con la agencia The Associated Press: “No se puede solucionar por completo el problema de los cárteles solo con procesamientos, pero se puede tener un impacto real al hacer saber a la gente que vamos a impulsar esto y demostrar que México coopera con nosotros y, en última instancia, tratar de capturar objetivos de alto nivel para afectar a la organización”.
El Departamento de Justicia de Trump ha declarado que desmantelar al CJNG y otros cárteles es una de sus principales prioridades, y Galetotti dijo que, en los últimos meses, Estados Unidos ha visto una mayor colaboración de los funcionarios mexicanos. En febrero, México envió a Estados Unidos a 29 figuras de distintos cárteles, entre ellas, el narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien estuvo detrás del asesinato de un agente estadounidense de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en 1985, para ser procesadas.
El gobierno de Trump ya ha acusado a algunas personas de delitos de terrorismo desde febrero, cuando designó al CJNG y a otras siete organizaciones criminales latinoamericanas como organizaciones terroristas extranjeras. Galeotti dijo que varias acusaciones más, relacionadas con el CJNG y otros cárteles, permanecen selladas.
“Estamos adoptando un enfoque de toda la división para esto”, indicó Galeotti. “Tenemos fiscales de lavado de dinero que no solo se centran en los cárteles mismos… sino también en los facilitadores financieros. Así que, cuando adoptamos este enfoque amplio… por eso creo que hemos tenido algunos de los casos realmente significativos, y hemos visto un canal muy importante”.
González Valencia se declaró culpable de tráfico internacional de cocaína en 2022. Las autoridades dicen que se refugió en Bolivia en 2015 después de liderar “Los Cuinis” junto a sus hermanos durante más de una década. Fue arrestado en 2017 durante la primera administración de Trump después de viajar a Brasil, y luego fue extraditado a Estados Unidos.
“Los Cuinis” utilizaron “métodos aéreos, terrestres, marítimos y submarinos” para contrabandear drogas con destino a Estados Unidos, afirman los fiscales. En un caso, González Valencia invirtió en un envío de 4.000 kilogramos de cocaína que fue empacado en un buque semisumergible para viajar de Colombia a Guatemala, indicaron las autoridades. Otro método empleado por el grupo consistía en ocultar drogas en cadáveres de tiburones congelados, según la fiscalía. También se le acusa de ordenar el asesinato de un rival.
El acusado compareció ante el tribunal vestido con un overol naranja y escuchó la audiencia con auriculares a través de un intérprete. La jueza federal de distrito, Beryl Howell, cerró parte de la audiencia, manteniendo a la prensa y al público fuera de la sala mientras los abogados discutían sobre la sentencia. No se sabe por qué Howell determinó que debía ser cerrada. El abogado de González Valencia declinó hacer comentarios después de la diligencia.
En el otro caso, Gutiérrez Ochoa era buscado en México, acusado de haber secuestrado a dos miembros de la Marina mexicana en 2021 con la esperanza de obtener la liberación de la esposa de “El Mencho” después de que fuera arrestada por las autoridades mexicanas, señalaron los fiscales. Las autoridades afirman que fingió su propia muerte y huyó a Estados Unidos para evadir a las autoridades mexicanas, y “El Mencho” dijo a sus asociados que mató a Gutiérrez Ochoa por mentir.
El hijo de “El Mencho”, Rubén Oseguera, conocido como “El Menchito”, fue sentenciado en marzo a cadena perpetua después de su condena en la corte federal de Washington por conspirar para distribuir cocaína y metanfetamina para importación a Estados Unidos y usar un arma de fuego en una conspiración de drogas.
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