Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Cuatro cadáveres decapitados fueron hallados el lunes colgados de un puente en la capital de Sinaloa, en el noroeste de México, en medio de un recrudecimiento de la violencia entre cárteles que se cobró casi 20 vidas en menos de 24 horas, informaron las autoridades.
Una cruenta pugna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa por el control del estado ha convertido a Culiacán en el epicentro de la violencia, desde que el conflicto estalló el año pasado entre Los Chapitos y La Mayiza.
A diario aparecen cuerpos sin vida en diversos puntos de la capital, las viviendas presentan impactos de bala, los negocios bajan la cortina y las escuelas suelen cancelar las clases en las jornadas de violencia, en las que jóvenes con el rostro cubierto y en motocicletas vigilan las principales avenidas de la ciudad.
Elementos de la fiscalía estatal comunicaron el lunes que se encontraron cuatro cuerpos colgados de un puente de una autopista que sale de la ciudad, mientras que sus cabezas estaban dentro de una bolsa de plástico cercana.
En la misma vía, las autoridades indicaron que el lunes se encontraron los restos de 16 hombres acribillados y apilados dentro de una camioneta blanca. Uno de los cuerpos estaba decapitado. Las autoridades informaron que junto a los cuerpos se dejó una nota, al parecer de una de las facciones, aunque por ahora no se reveló su contenido.
Feliciano Castro, portavoz del gobierno de Sinaloa, condenó los actos de violencia y aseguró que las autoridades necesitaban revisar su estrategia para enfrentar al crimen organizado dada la “magnitud” de la violencia observada.
“En conjunto, las fuerzas militares y policiales están trabajando para restablecer la paz total en Sinaloa”, señaló Castro.
Sin embargo, gran parte de la población del estado afirma que las autoridades han perdido el control de los niveles de violencia.
La cruenta lucha por el poder que ha paralizado la ciudad desde septiembre se originó con el secuestro del líder de uno de los grupos a manos de uno de los hijos del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien luego lo entregó a las autoridades estadounidenses en un avión privado.
Desde entonces, la intensa disputa entre las facciones se ha vuelto la nueva normalidad para la población civil de Culiacán, una ciudad que durante años evitó lo peor de la violencia en México, en gran medida porque el Cártel de Sinaloa mantenía control absoluto de la zona.
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Esta nota fue traducida del inglés por un editor de AP con apoyo de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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