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ESTADOS UNIDOS.- — El presidente Donald Trump firmó el lunes una orden ejecutiva para dejar sin efecto la mayoría de las sanciones de Estados Unidos contra Siria, vigentes desde los años 70.
Con esta decisión, la Casa Blanca apuesta por dar al país asolado por 14 años de guerra civil una oportunidad de reingresar a la comunidad internacional.
El anuncio llega seis semanas después de la histórica reunión de Trump con el nuevo presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, en Arabia Saudita, donde el mandatario estadounidense adelantó que levantaría las sanciones para darle a Siria “un nuevo comienzo”.
“Ahora es su momento de brillar. Les estamos quitando todas. Buena suerte, Siria. Muéstrennos algo muy especial”, dijo Trump durante su discurso.
La orden ejecutiva de Trump supone un cambio radical respecto a la postura que Estados Unidos mantenía desde 1979.
En el comunicado oficial, la Casa Blanca afirmó que la medida busca “apoyar el camino de Siria hacia la estabilidad y la paz”.
Entre las medidas más destacadas se encuentran:
Sin embargo, el gobierno estadounidense mantendrá sanciones contra el expresidente Bashar al-Assad, quien se cree reside en Moscú, y contra antiguos miembros de su régimen.
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El levantamiento de sanciones coincide con conversaciones preliminares entre Estados Unidos, Israel y Siria para alcanzar un acuerdo de seguridad entre Tel Aviv y Damasco. Según funcionarios israelíes y estadounidenses citados por Axios, aunque la normalización completa no está sobre la mesa, estas pláticas podrían ser el inicio de un proceso gradual para mejorar las relaciones y reducir tensiones en la frontera del Golán.
El objetivo inmediato es modernizar el acuerdo de separación de fuerzas de 1974, con la mira puesta en un eventual tratado de paz. Sin embargo, Israel exige que Siria acepte la permanencia israelí en los Altos del Golán, territorio que Tel Aviv ocupa desde 1967.
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, recalcó que Israel está abierto a un acuerdo, pero advirtió que el Golán “seguirá siendo parte de Israel”.
Un alto funcionario estadounidense explicó que el levantamiento de sanciones busca que “Siria se acerque a Israel” y que sea más atractivo para Damasco iniciar negociaciones.
“El modo de atraer a los sirios es que el acuerdo con Israel sea fructífero para ellos”, afirmó.
Además, la Casa Blanca dejó claro que el futuro del Golán y las fronteras serán temas que deberán resolver directamente Israel y Siria, aunque Estados Unidos está dispuesto a actuar como mediador.
Según funcionarios israelíes, el asesor estratégico Ron Dermer viajó esta semana a Washington para reunirse con la Casa Blanca y abordar este posible pacto. Además, se espera que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúna con Trump el 7 de julio para continuar las conversaciones.
Aunque las autoridades reconocen que un acuerdo “no está a la vuelta de la esquina”, coinciden en que el cambio de liderazgo en Siria tras la caída del régimen de Assad abre una oportunidad histórica para avanzar hacia la paz y la reconstrucción.
Con esta decisión, Trump busca cumplir su promesa de mayo pasado: “Dar a Siria la oportunidad de reconstruir y prosperar”, sin dejar de “asegurar la rendición de cuentas de actores dañinos” ni comprometer los intereses de Estados Unidos en la región.
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