Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La primera cita con el odontopediatra es fundamental. De cómo se perciba esa experiencia, dependerá la actitud del niño ante las futuras visitas, incluso en la adultez. Por ello, se aconseja acudir desde una edad temprana, antes de que aparezca dolor o incomodidades.
La Odontopediatría es la especialidad de la Odontología que se encarga de la salud bucal de niños y adolescentes, tanto a nivel preventivo como terapéutico.
En esta fase del desarrollo, es posible prevenir, detectar y tratar a tiempo problemas en los dientes, encías y mordida (maloclusiones). Intervenir a tiempo permite soluciones menos invasivas y más efectivas.
Uno de los objetivos principales del tratamiento es que el niño desarrolle una actitud positiva hacia el dentista. Cuando se gana su confianza, se genera un ambiente seguro y agradable. Así, la visita al consultorio se transforma en una experiencia positiva que influirá en su futura relación con la salud dental.
La primera visita al odontopediatra es clave. Según cómo se viva esa experiencia, será la actitud del niño frente a las próximas atenciones, incluso en la adultez. Por eso, se recomienda acudir desde edad temprana, antes de que haya dolor o molestias. Si se detecta un problema a tiempo, el tratamiento será más sencillo y menos estresante tanto para los hijos como para sus padres.
Hoy en día, sabemos que la genética, la epigenética y factores ambientales influyen en la salud bucal y la estructura dental, haciendo que algunos niños sean más propensos a enfermedades prevenibles como la caries, por lo que recomendamos que esta primera visita sea incluso antes de que aparezca el primer diente. Detectar estos riesgos a tiempo mejora el pronóstico y permite aplicar estrategias preventivas efectivas.
Durante la primera consulta, el odontopediatra examinará dientes, encías y maxilares, lengua, toda la cavidad oral. Además, brindará orientación a los padres sobre:
· Dieta no cariogénica (dieta que beneficia a los dientes)
· Erupción dental (orden en que salen los dientes y recomendaciones)
· Higiene bucal infantil (técnicas para su realización)
· Hábitos perjudiciales como el uso del chupete, biberón o la succión digital.
La primera limpieza profesional se sugiere en la dentición temporal, alrededor de los 2 años de edad. Para ello, nos iremos preparando, formando y consolidando el equipo junto a los padres desde que sale el primer diente, alrededor de los 6 meses de edad del bebé.
Visitar al dentista pediátrico regularmente, no solo cuando hay dolor, es la mejor manera de prevenir. Si los padres transmiten confianza y tranquilidad al niño, ir al consultorio formará parte de una rutina saludable.
La enfermedad de caries dental es prevenible. Está en nuestras manos construir una infancia con sonrisas sanas, sin miedo ni traumas.
Agregar Comentario