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EE. UU. enviará a México a un cubano sentenciado por fraude, ya que Cuba se niega a aceptarlo

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Será deportado pronto a México, después de pasar meses detenido en centros de inmigración de Estados Unidos, debido a que el gobierno cubano se ha negado a aceptarlo de regreso a la isla.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Un ciudadano cubano identificado como C.R.L. será deportado pronto a México, después de pasar meses detenido en centros de inmigración de Estados Unidos, debido a que el gobierno cubano se ha negado a aceptarlo de regreso a la isla. El caso ha puesto de manifiesto un vacío legal que complica las deportaciones de extranjeros con historial delictivo cuando sus países de origen no colaboran en los procesos de repatriación.

C.R.L. cumplió más de tres años de prisión en una cárcel federal estadounidense, condenado por delitos de fraude bancario y lavado de dinero, según un documento judicial fechado el 30 de junio de este año. Tras cumplir su condena, fue puesto bajo custodia de las autoridades migratorias, que emitieron una orden definitiva de deportación. Sin embargo, Cuba rechazó su repatriación, lo que dejó al hombre en un limbo migratorio durante meses.

Según documentos judiciales del Tribunal del Distrito Medio de Georgia, las autoridades estadounidenses exploraron alternativas mientras el detenido permanecía encerrado en instalaciones migratorias. Finalmente, se llegó a un acuerdo para deportarlo a México, en el marco de convenios de cooperación que permiten a Estados Unidos trasladar a migrantes a terceros países que acepten recibirlos.

El fallo del juez federal destacó las dificultades que enfrenta el sistema migratorio estadounidense ante casos como el de C.R.L., donde el país de origen se niega a readmitir a sus ciudadanos. Esta situación genera detenciones prolongadas y obliga a buscar soluciones diplomáticas, a veces polémicas, como la deportación a un país distinto al de nacimiento del migrante.

“El caso refleja un agujero legal preocupante: alguien que cometió delitos graves y no puede ser devuelto a su país de origen, se opone también a ser enviado a un tercer país. Esto deja al sistema migratorio en una situación de indefinición”, advirtió el juez en su sentencia.

El caso de C.R.L. contradice las afirmaciones oficiales del gobierno cubano, que ha declarado públicamente su disposición a recibir a los deportados cubanos desde Estados Unidos. No obstante, activistas y abogados migratorios señalan que en la práctica, el régimen cubano suele rechazar la readmisión de nacionales con antecedentes penales o de quienes considera “inadmisibles”.

La deportación de C.R.L. a México también despierta interrogantes sobre las garantías que tendría en territorio mexicano, al tratarse de una persona con antecedentes penales y sin vínculos familiares o sociales en ese país. Organizaciones de derechos humanos han alertado sobre el riesgo de vulnerabilidad y falta de protección que enfrentan migrantes reubicados en países donde no tienen arraigo.

La abogada Rosaly Chaviano ha revelado que Cuba está rechazando la entrada al país de sus nacionales con antecedentes criminales y también de aquellos que llevan un largo tiempo residiendo fuera del territorio nacional cubano. “Sabemos de tantas personas que están en Estados Unidos, con muchísimos años aquí, que tienen crímenes bien fuertes y aun así Cuba no los quiere”, comentó.

Asimismo, resaltó que sus argumentos se basan en casos similares que se conocen. “No nos han dicho oficialmente que esto es un patrón, […] simplemente basándonos en lo que hemos visto, las personas que han deportado recientemente, los años que han entrado y las edades, es lo que nos está dando a entender”, añadió la letrada.

Lo anterior contrasta con las declaraciones de Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores, que en el espacio oficialista Mesa Redonda informó que el gobierno de la isla está dispuesto a recibir a los cubanos deportados desde EE.UU.

El caso subraya, además, los retos persistentes en la política migratoria de Estados Unidos, especialmente cuando se trata de manejar las deportaciones de personas que representan un riesgo para la seguridad pública, pero cuyo país de origen se niega a recibirlas. Expertos advierten que estos casos podrían multiplicarse si continúan las tensiones diplomáticas con países como Cuba.

Mientras tanto, el futuro de C.R.L. permanece incierto. Aunque está previsto que sea enviado a México, su situación legal y migratoria en ese país podría enfrentar nuevos obstáculos, prolongando un drama personal y legal que revela las grietas en el complejo entramado de las deportaciones internacionales.

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