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Las infecciones vaginales en embarazadas son una preocupación clave para los expertos, ya que pueden afectar al bebé; un ejemplo son las bacterias Estreptococos, que causan daños cerebrales si el niño se infecta durante el parto.
El expresidente de la Academia de Ginecología, César López, experto en ginecología y perinatología, explica que esta bacteria, que afecta a embarazadas, podría no mostrar síntomas claros, especialmente las versiones Estreptococos agalactiae o del grupo B.
“Esta infección a veces solo se manifiesta por secreción, y si la mujer está embarazada, debe recibir tratamiento antibiótico porque el Estreptococo grupo B o agalactiae puede dañar al bebé durante el parto; si se contagia, puede sufrir infecciones pulmonares”, explicó.
En una entrevista con Listín Diario, el especialista señaló que si el bebé nace por vía vaginal (parto natural) y la madre tiene la bacteria activa en la vagina, el niño puede presentar neumonitis (inflamación no infecciosa del tejido pulmonar) o neumonía (infección pulmonar).
“Para detectar la presencia de Estreptococos, se toma una muestra a toda embarazada; a las 36 semanas, debería ser un protocolo nacional realizar pruebas para detectar Estreptococo grupo B en la vagina debido a sus efectos en el bebé”, mencionó.
Según el especialista, la vagina contiene microorganismos, bacterias, hongos, entre otros, en condiciones normales; sin embargo, existe la microbiota vaginal que mantiene el pH adecuado para que estas bacterias funcionen correctamente y mantener la zona íntima lubricada mediante los Lactobacilos (una bacteria que produce ácido láctico en la vagina).
“Los Lactobacilos regulan el pH de la vagina, y si este se altera, se vuelve alcalino, aumentando la posibilidad de infección. Es el primer factor. El segundo factor, de tipo inmunológico, son las mujeres diabéticas, portadoras de VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y con higiene deficiente”, añadió.
Para prevenir infecciones vaginales, el especialista recomienda hacer una pausa después de trabajar por cuatro horas para limpiar la zona íntima con agua purificada, jabón íntimo y secarse con una toalla pequeña.
“Aunque trabaje 24 horas al día, es fundamental que se tome tiempo para su higiene íntima”, indicó.
Recomendó evitar los tampones y el uso de protectores fuera del ciclo menstrual, así como evitar desodorantes íntimos y perfumes, ya que estos alteran el pH femenino, causando reacciones alérgicas y daños debido a esta “higiene íntima”.
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