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Posteriormente, se contabilizaron otros tres cadáveres, según un comunicado de Sanidad, en el que se alerta de la inminencia de “un desastre humanitario sin precedentes si prosigue el silencio internacional”.
Las fuerzas israelíes cercaron el área, donde miles de palestinos se habían congregado buscando llegar a un centro de distribución de víveres, y abrieron fuego contra la multitud, según testigos y fuentes locales citadas por el diario Haaretz.
Asimismo, al menos cuatro personas más perecieron por disparos mientras aguardaban la llegada de alimentos en camiones, según detalló a EFE una fuente local, sin precisar la ubicación exacta.
Estas nuevas masacres, tras la muerte ayer de al menos otra decena de gazatíes en las cercanías de otro centro de entrega respaldado por EE.UU., ocurren al tiempo que cada vez más palestinos padecen malnutrición e inanición debido a la escasez de alimento disponible.
A pesar de ello, Israel continúa sin autorizar la entrada masiva de toneladas de ayuda humanitaria a través del mecanismo y los camiones de la ONU. Incluso la harina se ha vuelto difícil de hallar en los mercados, llegando un kilo a costar 70 dólares, según pudo constatar EFE. Los gazatíes aseguran llevar varios días sin poder alimentar a sus hijos.
Ayer, tanto el Ministerio de Sanidad gazatí como médicos de diversos hospitales como el Hospital de Campaña Especializado de Kuwait, en la sureña Jan Yunis, avisaron de la llegada de un número “sin precedentes” de desplazados con señales de desnutrición aguda y agotamiento a causa de la prolongada privación de alimentos.
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