Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
En República Dominicana, no todos los héroes visten con capa. Algunos empuñan palas, plantan árboles, recorren montañas y negocian con agricultores, ganaderos y empresas. Así ha sido la labor discreta, pero constante, del Fondo Agua Yaque del Norte, una iniciativa que en este 2025 celebra diez años sembrando vida en la principal cuenca hidrográfica del país.
Lo que empezó como un fideicomiso ambiental, apoyado por el sector privado, organizaciones sociales y entidades del Estado, se ha transformado en una política de acción concreta para conservar las fuentes de agua del norte del país. En particular, del río Yaque del Norte, del cual dependen cerca de 1.5 millones de personas.
Durante esta década, el Fondo ha logrado restaurar más de 2,000 hectáreas de bosques, ha capacitado a cientos de comunitarios, ha impulsado prácticas agrícolas sostenibles y ha llevado a cabo proyectos piloto que han mejorado el manejo del agua en zonas de alta presión.
Pero los desafíos son enormes. Uno de los más persistentes es la ganadería extensiva, que en muchas laderas compacta el suelo, impide la regeneración natural y acelera la erosión. En paralelo, los “cultivos intensivos” como arroz y caña avanzan sobre zonas delicadas, aportando escorrentía con agroquímicos que terminan en el río.
Además, “la extracción de materiales” como arena y grava desde los propios cauces altera el equilibrio natural del Yaque.
Mientras tanto, los datos del mismo fondo y de instituciones asociadas revelan una reducción alarmante del caudal del río: más del 40% desde el año 2000. A esto se suma un déficit hídrico proyectado que podría superar el 104% para este 2025.
Y como si no bastara, las “leyes ambientales como la 64-00” existen, pero su cumplimiento sigue siendo débil. Las autoridades muchas veces no llegan a tiempo, y cuando lo hacen, el daño ya está hecho.
Pese a eso, la esperanza se mantiene viva. El “Fondo Agua Yaque del Norte” trabaja bajo el modelo de “cuencas compartidas, responsabilidad compartida”, donde todos los actores tienen algo que perder y mucho que ganar si el río sobrevive.
Desde Jarabacoa hasta Monte Cristi, lo que está en juego no es solo el paisaje, sino la vida misma. Porque cuidar la cuenca no es solo proteger árboles: es asegurar agua para beber, para producir, para vivir.
Mientras, en el portal institucional se destaca que el presidente del Fondo Agua en representación de APEDI, Juan Manuel Ureña, señaló que a través del Fondo “se ha consolidado una alianza sólida que transforma la gestión del agua en la cuenca Yaque del Norte, articulando esfuerzos con los sectores público y privado, sociedad civil, academia y banca solidaria”. Además, resaltó el crecimiento de los activos del Fondo, que alcanzaron los RD$47.7 millones, un incremento del 27% con respecto al año anterior.
Entretanto, José Luis Ventura, tesorero de la entidad en representación de la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos, atribuyó este avance al modelo financiero y de gobernanza del Fondo, el cual calificó como “sólido y sostenible”, permitiendo asegurar recursos necesarios para restaurar ecosistemas, promover la producción responsable y fortalecer la educación ambiental en la República Dominicana.
Agregar Comentario