Tecnologia

La misión pondrá a prueba un sensor cuántico

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

MIAMI (EFE). — El avión no tripulado X-37B, construido por Boeing para la Fuerza Espacial estadounidense, partirá en agosto desde el Centro Espacial Kennedy con un innovador sensor inercial cuántico, el más potente jamás enviado al espacio.

La misión, conocida como OTV-8, representa un avance tecnológico crucial para la navegación en áreas donde el GPS no opera, como el espacio cislunar, entre la Tierra y la Luna.

“El sensor inercial cuántico de OTV-8 es un paso adelante bienvenido para la resiliencia operativa de los Guardianes en el espacio”, dijo el coronel Ramsey Hom, comandante de la unidad Space Delta 9.

El aparato permitirá medir con gran exactitud el movimiento del vehículo sin requerir señales externas, incrementando la autonomía de futuras misiones en el espacio profundo.

Además del sensor, el X-37B transportará un módulo de servicio adicional y pondrá a prueba tecnologías de comunicación láser de alta velocidad. “Fortalecerá la resiliencia, la confiabilidad, la adaptabilidad y las velocidades de transporte de datos”, manifestó Chance Saltzman, el jefe de las operaciones espaciales.

Desde su primer vuelo en 2010, esta nave ha permanecido más de 4,200 días en órbita, estableciéndose como laboratorio y plataforma de pruebas tecnológicas de vanguardia, destacó Michelle Parker, vicepresidenta de Boeing Space Mission Systems.

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