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Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto, la médico de familia Beatriz Torres conversa con EFEsalud sobre la hipogalactia, señalando que los casos verdaderos son escasos, y que muchas veces el cese de la lactancia materna exclusiva se debe a “una percepción subjetiva” de falta de leche.
Por ello, Torres, que ejerce como médico de familia en el centro de salud de Roa de Duero (Burgos) y es secretaria de comunicación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), enfatiza la conveniencia de contar con el asesoramiento de un profesional que guíe a la madre en caso de desear seguir con la lactancia materna exclusiva.
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También influye la restricción de las tomas.
El estrés o la ansiedad pueden ser causas de la hipogalactia.
“Normalmente la producción de leche es mayor cuando la mamá está más relajada, y también se ve afectada en casos de depresión posparto y con la ingesta de ciertos antidepresivos. Todo esto provoca una alteración en la producción de oxitocina y en la eyección de leche”, declara la doctora.
Para remediar la situación, y siempre que la madre desee continuar con la lactancia materna, se debe adoptar una medida u otra. En este sentido, Torres subraya la importancia de contar con el apoyo de un profesional especialista en lactancia que ofrezca orientación al respecto.
Sin embargo, insiste en que los casos de hipogalactia real son pocos, ya que, según la experta, el fin de la lactancia materna exclusiva “se debe muchas veces a una percepción subjetiva de la falta de leche”.
Recuerda que el bebé pasará por diversas etapas, conocidas como “crisis de lactancia”, en las que su comportamiento cambia, al igual que la percepción que la madre tiene de su pecho, pudiendo llegar a pensar que lo tiene “vacío”.
“Esto es un mito, ya que el pecho funciona más como una fábrica que como un almacén, por lo que produce la cantidad de leche necesaria para el bebé en cada etapa de su vida; por este motivo, debemos continuar ofreciendo el pecho con frecuencia”, resalta Torres.
Si el peso, la diuresis y las deposiciones del bebé evolucionan correctamente, es probable que el niño esté recibiendo el alimento necesario y no precise suplementos.
La doctora indica que lo ideal es mantener la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, momento en que se introduce la alimentación complementaria al bebé, pero al principio la leche materna “seguirá siendo la principal fuente de alimentación”.
“Por consiguiente, el acompañamiento y la educación son dos puntos clave para evitar el abandono innecesario de la lactancia”, concluye la experta de la SEMG.
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