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La UE restringe el empleo de una sustancia en esmaltes semipermanentes

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Estas sustancias son el óxido de trimetilbenzoildifenilfosfina (TPO) y la dimetiltolilamina (DMPT).

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Europa.- La Unión Europea ha establecido que, a partir del 1 de septiembre y con efecto inmediato, se prohíben dos componentes comunes en los esmaltes de uñas semipermanentes, al considerarse “cancerígenos, mutagénicos y tóxicos para la reproducción”.

Estas sustancias son el óxido de trimetilbenzoildifenilfosfina (TPO) y la dimetiltolilamina (DMPT). Para verificar la seguridad de los esmaltes semipermanentes, es crucial examinar su etiquetado y buscar marcas que garanticen estar libres de TPO/DMPT.

Desde la fecha mencionada, según la legislación europea, detallada en el Reglamento (UE) 2025/877 (que actualiza la ley de cosméticos, Reglamento 1223/2009, con la prohibición de estas dos sustancias), se prohíbe la introducción de nuevos cosméticos con TPO y DMPT, así como su uso profesional, incluso hasta agotar existencias en salones de uñas.

“El riesgo reside en la exposición constante”, indica el Dr. José Miguel García Cebrián, ginecólogo de Ginemed Sevilla, a laSexta. Esto significa que “una exposición puntual usualmente no implica consecuencias serias”. Por lo tanto, el objetivo principal, según la Comisión Europea, es resguardar no solo a las clientas, sino también a las profesionales que manipulan estos productos diariamente.

El uso de esmaltes semipermanentes ha aumentado notablemente en los últimos años (son esmaltes especiales que se secan con lámparas UV y pueden durar varias semanas); sin embargo, se desconocían los posibles riesgos de algunos de sus componentes como el TPO y el DMPT. Ambos se utilizaban para agilizar el secado y para que el esmalte se endureciera y se fijara a la uña al ser expuesto a la lámpara.

Ya en 2023, se advirtió sobre el potencial daño de las lámparas LED. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) emitió un mensaje tranquilizador: “La cantidad de radiación acumulada durante una manicura es de seis a ocho veces menor a la que se recibe en un día de verano, que podría causar algún daño en la piel”.

Pero se advertía que “potencialmente, a largo plazo, y con la acumulación de sesiones, no se pueden descartar daños en el ADN celular debido a las longitudes de onda ultravioleta de estos dispositivos, lo que podría causar fotoenvejecimiento, pigmentación y reacciones alérgicas en la piel”. Por ello, recomendaban medidas de protección, como protección solar para las manos.

En relación al TPO, como detalla el doctor García Cebrián, varios estudios de laboratorio “han demostrado que puede dañar el ADN y actuar a través del estrés oxidativo, lo que ha motivado que Europa limite su uso en cosméticos”. Y aunque no se ha confirmado su capacidad de causar cáncer en humanos, añade, “sí se considera una sustancia de preocupación”.

Respecto al DMTA, el experto señala que “también puede irritar la piel, los ojos y las vías respiratorias. En exposiciones prolongadas, podría afectar el hígado y los riñones, y existen indicios de que podría interferir con la fertilidad, comportándose como un posible disruptor endocrino (sustancias que alteran el equilibrio hormonal)”.

En cuanto a las consecuencias, el doctor indica que “a corto plazo, una exposición esporádica a estas sustancias normalmente no impacta la fertilidad, aunque sí puede causar irritación en la piel”.

No obstante, “a largo plazo, el TPO se ha asociado en animales con daños en el ADN, alteraciones embrionarias y disminución de la fertilidad, y el DMTA, después de exposiciones frecuentes, puede dañar hígado y riñones, desequilibrar las hormonas y afectar la calidad de los espermatozoides y órganos reproductivos”, afirma.

Por ello, García Cebrián insiste en que “el riesgo está en la exposición constante”, aunque, recomienda “disminuir el uso de estos productos, seleccionar alternativas más seguras (esmaltes comunes o al agua) y reforzar las medidas de protección para profesionales expuestos. Grupos como embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, adolescentes y personas en edad fértil deben ser especialmente cautelosos”.

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