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El uso correcto del protector solar es esencial para evitar el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro, según especialistas de la Academia Americana de Dermatología y la Fundación para el Cáncer de la Piel. No obstante, muchos consumidores siguen teniendo dudas acerca de qué producto escoger y cómo aplicarlo de manera adecuada, según explica un artículo publicado en el diario Infobae.
Los expertos recomiendan optar por filtros solares de amplio espectro (que cubren tanto rayos UVA como UVB), con un SPF mínimo de 30 y resistentes al agua. Para quienes pasan largas horas al aire libre, se sugiere un SPF 50 o superior.
La elección del tipo de filtro también resulta clave: los protectores minerales (con óxido de zinc o dióxido de titanio) son ideales para pieles sensibles y niños, mientras que los químicos suelen ofrecer una textura más ligera. Existen también fórmulas híbridas.
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En cuanto a la aplicación, los dermatólogos aconsejan usar una cantidad generosa (alrededor de 30 ml para todo el cuerpo), al menos 15 minutos antes de la exposición al sol, y reaplicar cada dos horas o después de nadar o sudar. No se deben olvidar zonas como el cuello, orejas, labios y cuero cabelludo.
Además, se sugiere complementar con barreras físicas como ropa con protección UV, sombreros y gafas de sol. La exposición al sol, incluso en días nublados, requiere protección constante.
Harvard Health Publishing resume en 10 claves la elección del protector solar, entre ellas: confirmar que sea de amplio espectro, evitar productos con repelente, revisar la fecha de vencimiento y priorizar la aplicación correcta.
Una protección solar eficaz no depende solo del producto, sino también de su aplicación frecuente y de la incorporación de hábitos como el uso de ropa adecuada y la búsqueda de sombra. Así, es posible reducir significativamente el riesgo de daño cutáneo y preservar la salud de la piel a largo plazo.
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