Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
(AFP). Estados Unidos realizó un asalto contra una embarcación en el Caribe, dejando fallecidos a tres “narcoterroristas venezolanos”, informó este lunes el presidente Donald Trump, poco después de que Nicolás Maduro declarara que su nación sufre una agresión de “naturaleza militar”.
“Esta mañana, siguiendo mis órdenes, las Fuerzas Armadas de los EE. UU. ejecutaron un SEGUNDO asalto (…) contra cárteles de drogas y narcoterroristas extraordinariamente violentos”, señaló Trump en su cuenta de Truth Social.
El comunicado de Trump va acompañado de un breve video a color donde se muestra una lancha de gran tamaño en alta mar, inmóvil, y posteriormente una explosión que la destruye por completo.
En el metraje, que parece proceder de una vigilancia, se percibe al menos una persona a bordo de la embarcación.
Las unidades navales y aéreas estadounidenses operando en el Caribe ya derribaron una lancha en movimiento el pasado 2 de septiembre, con un saldo de 11 muertos, “narcoterroristas” según el mandatario republicano.
“Nos sorprendió encontrar esta lancha”, comentó más tarde Trump a la prensa en la Casa Blanca.
“Hemos notado que ya no hay embarcaciones” en la zona marítima que patrullan los buques estadounidenses frente a la costa venezolana, explicó Trump.
“¿Y saben lo que les decimos a los cárteles? Los vamos a detener también si llegan por tierra”, advirtió.
Este despliegue sin precedentes en la región, y los ataques letales sin aparente aviso previo, han despertado la alarma de los países vecinos.
Maduro había asegurado antes del mensaje de Trump que su gobierno está dispuesto a repeler cualquier accion contra su soberanía.
“Hay una agresión en camino, de carácter militar, y Venezuela está facultada por el derecho internacional para hacerle frente”, indicó el mandatario venezolano ante periodistas internacionales.
“Es una operación militar para intimidar y buscar un cambio de régimen, desestabilizar a Venezuela, partirla en pedazos como lo hicieron con Libia y Siria, apoderarse y robar nuestro petróleo, gas, hierro y oro, y eso no ha ocurrido, ni ocurrirá”, sostuvo en la rueda de prensa.
El gobierno venezolano niega vínculos con el narcotráfico y defiende que el país está libre de cultivos de drogas. Según Caracas, durante 2025 se han incautado 56 toneladas de estupefacientes.
Como parte de su plan de defensa, la semana pasada Maduro ordenó el despliegue de al menos 25 000 efectivos de las Fuerzas Armadas en estados fronterizos con Colombia y la zona del Caribe.
También inició una operación militar de “resistencia” el jueves con 2,5 millones de efectivos en los “frentes de batalla” de todo el territorio.
“Estos operativos continuarán sin previo aviso, en cualquier momento, bajo mi mando y la dirección del Estado Mayor Conjunto”, declaró el presidente en una rueda de prensa celebrada en un lujoso hotel de Caracas.
Sin relaciones diplomáticas desde 2019, EE. UU. y Venezuela reanudaron contactos este año mediante delegados para tratar temas como el intercambio de presos y la deportación de migrantes venezolanos.
Sin embargo, el incremento de la recompensa contra Maduro y el despliegue militar pusieron fin a esas vías de comunicación con EE. UU.
“Hoy puedo anunciar que las comunicaciones con el gobierno de EE. UU. están rotas, por sus propias amenazas de bombas, (…) pasaron de una etapa de relaciones deterioradas a rotas”, declaró Maduro.
“No están en cero” y solo se mantiene un “hilo básico” con el embajador John T. McNamara en Bogotá, precisó.
El mandatario venezolano también se refirió al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, como “el señor de la muerte y la guerra”.
Este lunes, en una entrevista con Fox News, Rubio afirmó que Maduro “representa una amenaza directa a la seguridad nacional” de EE. UU. a raíz del tráfico de drogas del que Washington lo acusa.
Agregar Comentario