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Doctor Elíades Acosta, investigador académico de la Fundación Juan Bosch y autor de numerosas publicaciones. Duany Núñez.
Con su constante vocación pedagógica y su estilo meticuloso, el profesor Juan Bosch, en su obra “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana”, escrita desde su exilio en Puerto Rico en 1964, va analizando la realidad del país, partiendo no de sus afinidades o aversiones políticas, sino de la estructura social (clasista) dominicana, demostrando que, mucho antes de declararse marxista a comienzos de los años setenta del siglo pasado, ya el profesor manejaba y aplicaba en sus reflexiones el método marxista y las categorías de la visión materialista de la historia.
Los diez primeros capítulos de este libro, al que el expresidente Leonel Fernández se refiere como uno de los textos más influyentes sobre la política nacional, y que se convirtió en el primer best‑seller (más vendido) de la época moderna en la República Dominicana, profundizan en el estado del país al fallecimiento de Trujillo; describen las características del Partido Revolucionario Dominicano, sus propuestas y su objetivo central de educar y concientizar a las masas sobre el papel protagonista que se les asigna en la vida de la nación, remediando sus agravios.
Así lo detalla el filósofo, historiador, ensayista y novelista cubano‑dominicano, Elíades Ignacio Acosta, en la introducción del libro “Juan Bosch entre el golpe de Estado y la revolución”, publicado por la Fundación Juan Bosch, como parte de la conmemoración del 61.º aniversario de dicha obra y de los 60 años de la Revolución de abril.
Su presentación se llevó a cabo en un panel de reflexión sobre la vigencia de este trabajo, en el que, además de Acosta Matos, participaron los académicos e investigadores sociales Rafael Julián, abogado y antropólogo; Pablo Maríñez, sociólogo y docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y Santiago Castro Ventura, historiador, médico y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
No es un libro de memorias….
Para Bosch este no constituye un libro de memorias, y por tanto no debe buscarse en él una crónica de los hechos que permitieron la instauración en la República Dominicana de un gobierno de elección popular y que culminaron con el derrocamiento de su gestión mediante un golpe militar, a los siete meses de haber asumido el poder. “Este libro se ha escrito para poner de relieve ante los ojos de dominicanos y latinoamericanos las debilidades de una sociedad (la dominicana, espejo de la sociedad latinoamericana) cuyo desarrollo ha sido entorpecido por fuerzas contrarias a su progreso. Como consecuencia de esas vulnerabilidades, la democracia creada por el pueblo resultó también intrínsecamente frágil y no pudo enfrentar a sus enemigos tradicionales”, señala Elíades Acosta.
Para el también investigador académico de la Fundación Juan Bosch, “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana” forma parte de esa tradición de obras que enlazan causa‑efecto‑causa sin la cual no se explican los antecedentes de su aparición, ni las repercusiones que ayudó a desencadenar.
Precisamente eso es lo que evidencia el hecho insólito de que un libro político haya tenido cuatro ediciones en castellano en apenas unos meses, entre noviembre de 1964 y febrero de 1965, con más de 29 000 ejemplares vendidos y traducido a tres idiomas – inglés (tres ediciones), portugués y francés – de forma inmediata.
“Hoy Bosch no podría haber redactado un libro como aquel de 1964, pero estamos seguros de que escribiría uno aún más brillante, profundo y visionario, con su prosa clara, sencilla y amena”.
Las últimas palabras de esta obra son el presagio de lo que el autor estaría haciendo, sintiendo y pensando en la actualidad, cuando fue depuesto el gobierno que el pueblo dominicano había escogido el 20 de diciembre de 1962: “El puñal entró en la carne dominicana y su punta se clavó al corazón de América, pues América es múltiple y, sin embargo, una, y todo lo que ha ocurrido en un país americano ha ocurrido después en otros. Al menos, eso enseña la historia, y la historia no es solo el relato de lo que ya pasó, sino también un espejo de lo que está por suceder”, ilustra el doctor Acosta Matos.
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