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«Estoy aquí para combatir el proyecto de los bandidos, para enfrentar la impunidad y, además, para gozar de la música brasileña», comentó a la AFP Giovana Araújo, una estudiante de psicología de 27 años que lleva puesto un sujetador de bikini azul para soportar el intenso calor.
Decenas de miles de ciudadanos se movilizaron este domingo en Brasil para manifestarse contra una propuesta del Congreso que extiende la inmunidad de los parlamentarios y un plan de amnistía que podría favorecer al exmandatario de extrema derecha Jair Bolsonaro, sentenciado por intento de golpe.
Pocos días después de que Bolsonaro fuera condenado a 27 años de prisión tras un histórico proceso en la Corte Suprema, la atención de los brasileños se centra en el Congreso dominado por la derecha, al que sus críticos acusan de priorizar los intereses de los políticos sobre los desafíos sociales y económicos de la nación.
Al clamar “No a la amnistía”, una gran cantidad de personas tomó las vías en más de una docena de urbes, entre ellas Río de Janeiro, donde se anticipa la presencia de tres leyendas de la música popular brasileña —Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque— en la icónica playa de Copacabana.
En São Paulo, la megaciudad que es el motor económico del país, una gran masa de gente llenó la avenida Paulista, mientras que miles de protestantes se reunieron también en Brasilia, informó la AFP.
«Estamos aquí para protestar contra este Congreso, formado por criminales, asesinos y corruptos, todos con atuendo de políticos, que están gestando una norma que se protege a sí mismo», expresó Aline Borges en la capital.
«No podemos tolerar que eso se institucionalice en nuestra nación», agregó la ambientalista de 34 años.
Un inflable descomunal que representaba a Bolsonaro con bigote al estilo de Hitler, garras y sangre en las manos, se mecía frente al Museo de la República, en la estratégica Explanada de los Ministerios, desde donde los manifestantes se dirigieron al Congreso antes de dispersarse.
Algunos llevaban camisas rojas del partido del presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que otros se cubrían con la bandera nacional, que en años recientes se transformó en símbolo de los partidarios del ultraderechista Bolsonaro.
El martes, la Cámara de Diputados, dominada por la derecha, aprobó una propuesta de reforma constitucional, conocida como proyecto de Blindaje, que requiere que el Congreso dé su autorización mediante voto secreto a cualquier proceso penal contra diputados y senadores.
El presidente del hemiciclo, Hugo Motta, justificó la iniciativa como una salvaguarda frente a posibles abusos del poder judicial.
La disposición provocó la furia de artistas brasileños y de usuarios en las redes sociales.
La ícono del funk Anitta solicitó a sus 63 millones de seguidores en Instagram que imaginen “ser asesinados y que su agresor no pueda ser juzgado sin el visto bueno de sus colegas”.
El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, alertó que “el crimen organizado podría colarse dentro del Parlamento”, según declaró al diario O Globo.
Ante la controversia, varios legisladores que apoyaron lo que los críticos denominan “Ley de los Bandidos” ofrecieron disculpas a través de las redes.
«Fue un error monumental», manifestó en Instagram la diputada Silvye Alves, señalando que recibió presiones para respaldar la medida.
La ira se intensificó el miércoles cuando los congresistas decidieron acelerar un nuevo proyecto para amnistiar a cerca de 700 bolsonaristas condenados por su participación en el asalto a los edificios del poder público en Brasilia el 8 de enero de 2023.
El borrador también contempla la posibilidad de exonerar a Bolsonaro, quien fue sentenciado la semana pasada a 27 años de prisión por encabezar un intento de golpe contra Lula tras su derrota electoral en 2022.
«Necesitamos superar este capítulo de nuestra historia y aprobar la amnistía», declaró el martes el senador Flavio Bolsonaro, hijo del exmandatario.
Ambas iniciativas se encuentran ante un proceso difícil para su ratificación.
El senador Alessandro Vieira, responsable de la reforma de protección a los legisladores en la Cámara Alta, ya anunció que solicitará su rechazo.
Lula se comprometió a bloquear la ley de amnistía y calificó el proyecto de Blindaje como un tema que no corresponde a los asuntos serios que deberían abordar los legisladores.
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