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CIUDAD DE MÉXICO (aprox.) – Un equipo de investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) creó un estetoscopio integrado con Inteligencia Artificial (IA) que alcanza un 96 % de exactitud para identificar daños en las válvulas cardíacas, lo que lo convertiría en una herramienta valiosa para el pre‑diagnóstico de patologías del corazón.
Actualmente, las enfermedades cardíacas constituyen la principal causa de mortalidad en México y a nivel global, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El IPN informó que el proyecto fue llevado a cabo por los doctores Diana Bueno Hernández y José Alberto Zamora Justo, adscritos a la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), en colaboración con Víctor Manuel Arena Cantorán, quien obtendrá el título de Ingeniero Biomédico gracias a este dispositivo.
Los especialistas subrayaron que la finalidad no es reemplazar el diagnóstico de un cardiólogo, sino proporcionar una herramienta que aumente la precisión de la detección.
El sistema fue entrenado mediante redes neuronales para clasificar los sonidos del corazón y señalar posibles lesiones. En la actualidad, distingue ruidos cardíacos como el S3 y el S4, ambos componentes anormales del ciclo cardiaco e indicadores de insuficiencia, frecuentemente denominados soplos.
«El S3 se origina por la rápida entrada de sangre al ventrículo y puede escucharse en la zona de la válvula mitral (ventrículo izquierdo) o tricúspide (ventrículo derecho), mientras que el S4 aparece durante la contracción auricular», explicó el IPN en un comunicado conjunto con la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En este sentido, los científicos del IPN no descartan perfeccionar el prototipo para que también sirva en el pre‑diagnóstico de otras afecciones cardíacas. Además, señalaron que es viable adaptar el tamaño de la campana para examinar a niños e incorporar en la pantalla la clasificación específica de la patología.
Los estetoscopios tradicionales funcionan mediante vibraciones y movimientos mecánicos que se transmiten desde la membrana de la campana hasta los oídos. En contraste, la tecnología desarrollada en el IPN, además de la campana, incluye un micrófono, un microprocesador que capta, procesa y categoriza los sonidos del corazón, y los muestra en una pantalla TFT (Thin Film Transistor) de 240 × 320 píxeles.
El aparato es portátil y no depende de una PC ni de un dispositivo móvil para operar. Por ello, los investigadores del IPN iniciarán próximamente el trámite de patente, pues a nivel mundial se trata de la primera tecnología totalmente autónoma.
Los expertos señalaron que, aunque existen a nivel global herramientas basadas en Machine Learning y Deep Learning para la clasificación de latidos, ninguna está completamente integrada en el hardware.
El estetoscopio incorpora una batería recargable de 5 V y un puerto de carga vía USB. Para proteger los componentes internos, la carcasa del dispositivo fue fabricada en 3D con polímero PLA (ácido poliláctico).
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