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El lanzador dominicano terminó la segunda mitad invicto con un registro de 6-0 y un ERA de 3.10, tras la pausa del Juego de las Estrellas.
El derecho Luis Severino, de los Atléticos, superó un inicio complicado y se consolidó como el mejor pitcher dominicano de la segunda mitad del año.
Después del receso del Juego de Estrellas, Severino mostró un rendimiento impecable: 6-0 y un ERA de 3.10 en nueve salidas. Lanzó 49 ⅓ entradas, permitió 40 hits, 19 carreras (17 limpias), entregó 12 bases por bolas y acumuló 43 ponches.
Severino disfrutó de una segunda mitad excelente, al igual que Freddy Peralta, de Milwaukee, y el zurdo Cristopher Sánchez, de los Filis.
Peralta, líder en victorias en la Liga Nacional con 17, registró en la segunda mitad un 6-2 y un ERA de 2.71. Echó 63 entradas, concedió 40 hits, 19 carreras limpias, 29 bases por bolas y acumuló 83 ponches en 12 salidas.
Por su parte, Sánchez, tras el Juego de Estrellas, anotó 5-3 con un ERA de 2.66 en 12 aperturas. Lanzó 81 ⅓ entradas, dio un paso a paso a 70 hits, 25 carreras (24 limpias), entregó 12 bases por bolas y ponchó 82 bateadores.
Cuando Luis Severino entregó el balón al mánager de los Atléticos, Mark Kotsay, con un out en la séptima entrada del miércoles por la noche, la afición del Sutter Health Park se puso de pie para aplaudir. Antes de dirigirse al dugout, Severino saludó a los fans con un gesto de la gorra tras asegurar la victoria de los Atléticos por 6-0 sobre los Astros.
Cuando los Atléticos firmaron a Severino con un contrato de tres años y 67 millones de dólares en la temporada baja —el contrato garantizado más grande en la historia de la franquicia—, esperaban momentos como ese con regularidad.
Pero no fue así. Severino tuvo altibajos, sobre todo en casa, donde tenía un ERA de 6.51 en 14 salidas antes de su aparición del miércoles. Sin embargo, en su última apertura de la temporada, el lanzador derecho de 31 años “blanqueó” a Houston en 6 ⅓ entradas, permitiendo solo tres hits, una base por bola y cinco ponches. Fue su primera salida sin anotaciones en su parque y, de lejos, la mejor que ha tenido allí.
“Me voy a dormir muy feliz esta noche”, confesó Severino entre risas. “Me siento bien. Creo que al fin lo comprendí. Solo necesitaba lanzar contra Houston en casa para arrancar. Pero estoy muy contento”.
Los problemas de Severino en su estadio se conocían bien. A comienzos de campaña, atribuyó parte de esas dificultades a la adaptación a un parque desconocido y, luego, al evaluar su primera mitad (un ERA de 5.16 en 20 aperturas), admitió que “necesitaba mejorar” por el bien del equipo.
Poco después, el pitcher dio un vuelco. Tras su última salida antes del receso del Juego de las Estrellas contra los Blue Jays, Severino dijo que creía haber descubierto lo que cambiaría su pobre temporada. La solución fue sencilla: atacar más a los bateadores con su recta.
Desde entonces, Severino ha lucido como un lanzador completamente distinto. Registró un ERA de 3.10 (17 carreras limpias en 49 ⅓ entradas) en nueve aperturas después del receso, mientras superaba una lista de lesionados de 15 días y acumulaba un récord impecable de 6-0 en ese tramo.
“Me encanta cómo terminó la temporada para Sevy”, comentó el mánager Mark Kotsay. “Tuvo una mala racha hasta mayo. Todos la vivimos juntos y afectó nuestro año. Pero pasar página, seguir adelante y cerrar como lo hizo esta noche me impresionó mucho”.
Quizá el clima inesperado influyó en el exitoso último juego en casa de Severino. Por primera vez en todo el año, West Sacramento vio llover durante un partido de los Atléticos como locales. La lluvia alcanzó su pico a mitad de la quinta entrada, cuando los Atléticos remontaron tres carreras contra el as de los Astros, Hunter Brown, gracias a un doble productivo del receptor Shea Langeliers, quien quedó a un triple del ciclo, y a un sencillo de dos carreras de Brent Rooker.
“Fue realmente extraño”, admitió Severino. “Llevamos seis meses jugando aquí, 80 partidos, y nunca había llovido. Tal vez fue un poco de suerte”.
A pesar de un primer año complicado con los Atléticos, Severino lanzó algunos de sus mejores partidos contra rivales de división. Registró un ERA de 1.85 (cinco carreras limpias en 24 ⅓ entradas) en cuatro aperturas esta temporada contra los Astros, quienes ahora están al borde de la eliminación de la contienda por los playoffs tras el blanqueo del miércoles.
“Cuando fichamos a Sevy, él expresó su deseo de lanzar contra Houston y la división”, señaló Kotsay. “Desafortunadamente, no fue el tipo de juego que esperábamos, ya que esa noche competíamos por un puesto en los playoffs. Pero la mentalidad estaba allí. Se presentó y rinde”.
El optimismo brotó cuando los Atléticos aseguraron a Severino como su abridor del Día Inaugural y pieza clave del cuerpo técnico en la temporada baja. La esperanza al iniciar la campaña era que, tras varios años de reconstrucción, el club estuviera listo para pelear por los playoffs.
Los Atléticos no lograron ese objetivo, terminando la campaña con 75‑83, pero el impulso crece para 2026, tanto para Severino como para este joven equipo que ahora porta un 33‑21 desde el 24 de julio, el quinto mejor registro de la MLB en ese periodo.
“Creo que todos saben lo que podemos hacer”, dijo Severino. “Los demás equipos conocen la amenaza que representamos. Siento que tenemos la misma mentalidad para el próximo año. Vamos a competir. Ya sabemos qué hacer en el campo. Al principio hubo muchas dudas, pero ahora lo tenemos claro”.
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