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El exmandatario francés, de setenta años, está a punto de convertirse en el primer expresidente que termine tras las rejas, pues el juzgado de París solicitó la ejecución provisional de la condena. El tribunal le informará el 13 de octubre la fecha de su ingreso en la cárcel.
El ex presidente conservador Nicolas Sarkozy tendrá que entrar pronto en la cárcel, tras haber sido sentenciado por la justicia francesa este jueves a cinco años por el caso de la supuesta financiación ilícita proveniente de Libia para su campaña electoral de 2007.
Sarkozy, de setenta años, avanza hacia la posibilidad de ser el primer expresidente recluido, ya que el tribunal de París pidió la aplicación provisional de la pena. La autoridad judicial le comunicará el 13 de octubre la fecha de su internamiento.
Esa condena por asociación delictiva se añade a otras dos sentencias anteriores por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de la campaña de 2012, una de las cuales desencadenó la revocación de la máxima condecoración francesa, la Legión de Honor. Nunca había sido privado de su libertad.
“Dormiré en la cárcel con la frente en alto. Soy inocente”, declaró el mandatario (2007‑2012), quien consideró su sentencia de “extrema gravedad para el Estado de Derecho” y la definió como “injusticia insoportable”. Añadió: “El odio no conoce límites”.
Sarkozy informó que interpondrá un recurso, aunque ello no evitará su encarcelamiento. El expresidente compareció ante el juzgado junto a su esposa, la modelo, cantante y actriz Carla Bruni‑Sarkozy, y a tres de sus hijos, según confirmaron periodistas de AFP.
Jean‑Michel Darrois, uno de sus defensores, manifestó que el exmandatario estaba “conmovido” y destacó las “repercusiones para su esposa, sus hijos y su familia”. “Estamos totalmente asombrados por esta resolución”, sostuvo.
La presidenta del juzgado, Nathalie Gavarino, aclaró que Sarkozy resultó culpable de haber “permitido que sus allegados cercanos (…) maniobraran con el objetivo de conseguir recursos económicos”.
No obstante, el procedimiento no logró probar que “los fondos provenientes de Libia” se emplearan “finalmente” para financiar clandestinamente la exitosa campaña electoral de 2007, puntualizó.
– Allegados condenados –
La acusación había solicitado a finales de marzo una pena de siete años carcelarios, al considerarlo el “auténtico” responsable de un acuerdo con el dictador libio Muamar Gadafi, fallecido en 2011. El juzgado, en cambio, lo exonero del delito de corrupción.
Según los investigadores, Sarkozy y su círculo prometieron a Gadafi asistencia para rehabilitar su imagen global, tras acusaciones de que Trípoli había intentado atacar un avión en Escocia y otro en Níger, a cambio de recursos para su campaña.
Otros once individuos fueron sometidos a juicio. La justicia impuso seis años de cárcel a su antiguo mano derecha Claude Guéant por corrupción y asociación delictiva, y dos años al exministro Brice Hortefeux exclusivamente por el cargo final. Tres fueron absueltas.
El proceso se fundamentó en testimonios de siete exdignatarios libios, desplazamientos a Libia de Guéant y Hortefeux, transferencias monetarias y los cuadernos del exministro de Petróleo libio Shukri Ghanem, hallado ahogado en el Danubio en Viena en 2012.
Uno de los acusadores principales, el empresario franco‑libanés Ziad Takieddine, falleció a los 75 años el martes a causa de un paro cardíaco. En reiteradas oportunidades, este individuo declaró haber facilitado a Sarkozy y a su equipo fondos de procedencia gadífí.
Más tarde se retractó de sus alegaciones, para después contradecir su propia retractación. La justicia inició otro expediente contra Sarkozy, así como contra su esposa, por presuntas coacciones a un testigo.
– Historial judicial –
La Fiscalía Nacional Financiera (PNF) le notificará el 13 de octubre la fecha de su encarcelamiento, según una fuente próxima al caso. Otro informante judicial señaló que será recluido en un “plazo bastante breve” tras su citación.
Sarkozy se convirtió este año en el primer expresidente en portar una tobillera electrónica, en virtud de su condena a un año de prisión firme por corrupción y tráfico de influencias en el conocido caso de las “escuchas”.
La Corte de Casación analizará también el 8 de octubre su recurso en el proceso “Bygmalion”, vinculado a la financiación de su fallida campaña presidencial de 2012, por la cual fue sentenciado a seis meses de cárcel firme.
A pesar de las sentencias, Sarkozy continúa siendo una figura política influyente de la derecha y mantiene conversaciones con el actual presidente, el centroderechista Emmanuel Macron. El dirigente de su partido conservador, el ministro del Interior Bruno Retailleau, le manifestó su “apoyo”.
La dirigente ultraderechista Marine Le Pen calificó de “peligro” la ejecución provisional de las sentencias, argumentando que vulnera la presunción de inocencia.
Contra ella pesa una sanción de inhabilitación por malversación de fondos europeos, lo que le prohíbe postularse a la presidencia en 2027, a pesar de haber apelado la condena.
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