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Washington, D.C. — El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha emitido una convocatoria de urgencia a cientos de generales y almirantes del país, quienes deberán presentarse la próxima semana en una base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, sin que hasta el momento se haya precisado el motivo de la reunión.
La medida, descrita por fuentes militares como “extremadamente inusual”, ha generado desconcierto entre oficiales en servicio, especialmente en un contexto marcado por destituciones recientes de altos mandos y un clima de reorganización interna en el Pentágono.
De acuerdo con más de una docena de fuentes familiarizadas con el asunto, la orden fue enviada a principios de semana y está dirigida a oficiales con rangos que van desde general de brigada (O‑7) hasta general de cuatro estrellas (O‑10), así como a sus asesores de mayor nivel. El memorando, según quienes lo han visto, establece que:
“Se ordena a todos los oficiales generales al mando de los grados O‑7 a O‑10, así como a sus asesores generales de mayor rango, que comparezcan dentro de los límites operativos”.
La convocatoria también incluye a comandantes destacados en zonas de conflicto y despliegues estratégicos en regiones como Europa, Oriente Medio y Asia‑Pacífico, con excepción de aquellos que actualmente ocupan cargos en el Estado Mayor.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, confirmó en un comunicado que Hegseth dirigirá un mensaje a los altos mandos, aunque no proporcionó detalles adicionales ni comentó los reportes publicados por The Washington Post.
Diversos oficiales han expresado preocupación por el carácter sorpresivo de la reunión, así como por su impacto en el despliegue militar global. La ausencia simultánea de altos mandos podría, según especialistas, debilitar el mando operativo en zonas críticas ante eventuales contingencias.
“La gente está muy preocupada. No tienen ni idea de lo que significa”, señaló una fuente consultada.
“No se llama a los GOFO (Generals and Flag Officers) a un auditorio sin informar el motivo. Todo esto es muy extraño”, añadió otro oficial.
Críticos dentro de las Fuerzas Armadas también cuestionan la necesidad de una reunión presencial, considerando que el Pentágono cuenta con tecnología segura para realizar videoconferencias de alto nivel, lo que permitiría mantener a los mandos en sus posiciones estratégicas.
Esta convocatoria se produce en medio de una serie de cambios estructurales promovidos por Hegseth, quien ha impulsado una reducción del 20 % del número de generales en activo, así como el despido de varios líderes de alto perfil sin explicaciones públicas.
Entre los funcionarios recientemente removidos destacan:
En un gesto simbólico, Hegseth también ha propuesto cambiar el nombre del Departamento de Defensa a “Departamento de Guerra”, como parte de una estrategia para reestructurar profundamente la cúpula militar estadounidense.
Analistas interpretan la reunión como un intento de consolidar el control sobre el mando militar, anunciar cambios doctrinales, o establecer nuevas directrices estratégicas sin filtraciones previas. También podría buscar enviar un mensaje de unidad interna o imponer disciplina organizacional ante una cúspide militar que ha mostrado resistencia a ciertas políticas impulsadas desde la administración.
Aunque el objetivo de la reunión sigue sin aclararse, la convocatoria masiva, sumada a los recientes despidos y propuestas de reestructuración, refleja un momento de alta tensión institucional entre la estructura política del Pentágono y el estamento militar profesional.
Se espera que el encuentro en Quantico proporcione mayor claridad sobre el rumbo que el Departamento de Guerra pretende imponer sobre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en un contexto de cambios acelerados e incertidumbre estratégica.
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