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Washington, 29 sep (SANA) – El canciller sirio, Asaad Hassan Al‑Shaibani, declaró en una entrevista con Fareed Zakaria de CNN que la nueva Siria será „un Estado unido y civil, abierto al mundo y comprometido con la paz civil“, y enfatizó que una nación siria fuerte y cohesionada servirá a su pueblo y reforzará la seguridad y la estabilidad regional.
Al‑Shaibani subrayó que el objetivo es que los pueblos de la zona, sobre todo en Oriente Medio y Siria, después de años de conflicto y desplazamiento, vivan en seguridad y paz, y señaló que se pretende „construir un discurso de diálogo y cooperación con todos“.
Según el jefe de la diplomacia, la actitud de Estados Unidos hacia Siria, desde el primer día de su liberación, ha sido constructiva y ha sido bien recibida por amplios sectores de la sociedad siria.
El ministro calificó de alivio popular el anuncio del presidente Donald Trump de levantar las sanciones estadounidenses, al indicar que esas medidas han perdido su justificación y, por tanto, deben ser eliminadas por completo.
Añadió que las sanciones no deben convertirse en moneda de cambio para figuras o partidos, y que el pueblo sirio debe negociar su libertad, dignidad y el alivio de su sufrimiento.
Al‑Shaibani recordó que algunas sanciones siguen vigentes, citó la Ley César y la normativa de 1979 sobre patrocinio estatal del terrorismo, y afirmó que el pueblo sirio „no tiene nada que ver con esas dos disposiciones“.
Tras su visita a Washington y las reuniones con la administración estadounidense, confía en que se proceda a su eliminación para facilitar la reconstrucción, la estabilidad, el desarrollo y el retorno de los refugiados.
El canciller aseguró que Siria aspira a ser „un Estado auténtico y fuerte“ que represente a su población, impulsado por un sentimiento de pertenencia y lealtad que fomente la inversión en el país.
Indicó que los sirios poseen una amplia experiencia política y una larga historia que les permite crear una forma de gobierno inclusiva, al tiempo que resaltó que Siria será un Estado civilizado, desarrollado, con abundante capital humano y una posición geoestratégica privilegiada.
Al‑Shaibani pronosticó que en los próximos cinco años Siria alcanzará seguridad y estabilidad, y avanzará hacia el desarrollo económico.
Afirmó que los sirios han regresado de todo el mundo y que el país mantendrá relaciones distinguidas con sus vecinos, la Unión Europea y los estados europeos, así como lazos estratégicos con Estados Unidos.
El canciller sostuvo que Siria ya no atraviesa una guerra civil, después de superar lo que describió como „su mayor problema: el régimen criminal“, y que el gobierno trabaja para restablecer la confianza en una sociedad heredada desgarrada y dividida.
Añadió que el Estado se esfuerza por la armonía e integración social y quiere leyes que representen a todos los ciudadanos, sin importar su origen religioso, ideológico o étnico.
Al‑Shaibani reiteró el compromiso del Estado con la paz civil y la rendición de cuentas, y explicó que se han creado dos comités de investigación para esclarecer los hechos en la costa y en Sweida, además de permitir una investigación de la ONU.
Denunció que la intervención israelí complicó la situación en Sweida al alentar a grupos marginales y dificultar la desescalada que persigue el gobierno, y defendió la hoja de ruta impulsada junto a Estados Unidos y Jordania, que según él recibió amplio respaldo y refleja las aspiraciones del pueblo druso en Sweida.
Finalmente, subrayó que el Estado no puede pasar por alto el problema de las armas ilegales, que considera un factor de caos y división, y abogó por la creación de un ejército nacional que represente al pueblo sirio, proteja sus fronteras e intereses y ofrezca la oportunidad de integrar a las facciones.
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