Salud

Gigantomastia, trastorno que incide en el bienestar físico y emocional de la mujer

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En estos casos puede producirse daño en la estructura de la columna vertebral y compresión de los nervios.

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Se reconoce como tal cuando el peso de cada pecho supera los 1,5 kg. En estos casos puede producirse daño en la estructura de la columna vertebral y compresión de los nervios.

**SANTO DOMINGO.-** La gigantomastia es una entidad médica poco frecuente, caracterizada por un crecimiento exagerado y desproporcionado del tejido mamario.

Se habla de gigantomastia cuando cada seno pesa más de 1,5 kg, lo que incide de forma importante en la calidad de vida de las pacientes.

Según el cirujano plástico Dorian García Pérez, las mujeres pueden presentar pechos agrandados sin necesidad de una patología sistémica subyacente; él define la gigantomastia, o hipertrofia mamaria, como una condición en sí misma, que no siempre está vinculada a otra enfermedad.

No obstante, en determinados casos puede estar asociada a factores hormonales, genéticos o autoinmunes.

Esta alteración suele ser una verdadera molestia para las mujeres, ya que el exceso de peso de los senos ejerce una presión notable sobre el cuerpo, obligando a adoptar una postura encorvada para equilibrar la carga, lo que puede dañar la columna vertebral y, en ocasiones, comprimir los nervios. Además, el peso limita la movilidad y la capacidad para realizar actividades físicas.

El especialista, que trabaja en la Clínica Cristiana de Salud Integral (CCSI), indica que, en muchos casos, la reducción de peso corporal puede disminuir el volumen de los senos, puesto que parte de ellos está formado por tejido graso; sin embargo, la respuesta varía mucho entre individuos, pues los pechos también contienen tejido glandular.

La alimentación y el ejercicio no influyen directamente sobre el tejido glandular, por lo que la disminución puede ser contenida.

Por otra parte, el doctor aclara que “la presión constante y desequilibrada del peso mamario puede obligar al cuerpo a adoptar una postura inadecuada, lo que a largo plazo puede generar una curvatura anterior de la columna, dolor crónico y, en casos graves, compresión de nervios en el cuello y la zona alta de la espalda”.

Alternativa quirúrgica

Al tratar la opción quirúrgica, García Pérez señala que la mamoplastia reductora se vuelve indispensable cuando los síntomas físicos y emocionales —como dolor persistente, infecciones cutáneas y baja autoestima— deterioran notablemente la vida de la mujer.

Con esta intervención se pueden reducir los senos en varias tallas, eliminando una cantidad considerable de tejido mamario, grasa y piel.

En ciertos casos se emplea la liposucción como complemento a la mamoplastia reductora para extraer el exceso de grasa.

El periodo de recuperación inicial suele durar entre dos y tres semanas, tiempo suficiente para retomar las actividades laborales. La recuperación completa, con la disminución de la inflamación y la obtención del resultado final, puede extenderse de tres a seis meses.

Cuidado holístico

**– Labor social**

El médico ha encabezado un modelo de atención que constituye un auténtico ejemplo de cuidado integral. En estas jornadas, la CCSI no solo se centra en la cirugía, sino que brinda un acompañamiento completo que abarca la salud física, emocional y espiritual de las pacientes.

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