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EE. UU. — Las autoridades de Estados Unidos han identificado la utilización de una herramienta que está revolucionando la trata de personas: la Inteligencia Artificial (IA).
A través de un informe titulado *Informe sobre la trata de personas 2025*, publicado por el Departamento de Estado (DOS), se reveló que los traficantes emplean deepfakes, chatbots y la generación de imágenes y voces sintéticas para expandir sus redes de explotación. A continuación, explicamos cómo operan.
En dicho documento, la entidad gubernamental describe la trata de personas como un delito de explotación donde se recurre a la fuerza, el fraude o la coacción para engañar a otro individuo.
Este delito persigue fines como la explotación sexual, el trabajo engañoso o la violencia, entre otros. A diferencia de lo que muchos suponen, no es indispensable trasladar a la víctima; el delito puede consumarse aun cuando la persona nunca abandona su domicilio.
El DOS enumeró varios usos para los que los criminales reclutan a sus víctimas, destacando el tráfico sexual, que obliga a alguien a participar en actos sexuales con objetivos comerciales.
Aunque este delito tiene lugar en prostíbulos, hoteles o residencias particulares, también se manifiesta en la red. Cuando la víctima es menor de 18 años, se trata de tráfico sexual infantil, incluso sin evidencia de amenazas o coacción.
Por otro lado, se advirtió sobre el trabajo forzoso, también llamado tráfico laboral, donde se obliga a las personas a laborar bajo presión, manipulación de deudas o retención de salarios.
Estas situaciones se dan con frecuencia en el sector agrícola, de la restauración, hotelero y minero, así como en actividades vinculadas al narcotráfico; los niños también son vulnerables como mano de obra.
Los casos más difíciles de detectar son los de servidumbre doméstica, en los que las personas trabajan aisladas en hogares privados y dependen totalmente de su empleador para alimentación, transporte y vivienda.
Según el informe, los traficantes utilizan la IA para automatizar el reclutamiento mediante la creación de perfiles en redes sociales y chatbots que manipulan a menores y adultos vulnerables. Entre sus principales tácticas se incluyen:
**Uso de chatbots**: Simulan conversaciones fluidas y pueden analizar emociones para identificar y atraer a los individuos más susceptibles.
**Herramientas de traducción**: Se sirven de ellas para comunicarse en diversos idiomas y adaptar sus mensajes a distintas culturas, lo que complica cada vez más la detección de sus fraudes.
**Análisis de datos personales**: Gracias a la IA, detectan debilidades específicas y diseñan estrategias de captación a medida.
Con deepfakes, voces e imágenes generadas por IA crean contenido para reclutar a niños, niñas y adultos, enmascarando sus identidades; en ocasiones se hacen pasar por menores para ganar confianza.
El Departamento de Estado también señala que la Inteligencia Artificial puede ser una herramienta para prevenir, identificar y combatir la trata de personas.
Con IA es posible marcar como nocivo o inapropiado contenido como conversaciones y anuncios laborales sospechosos.
Asimismo, se puede emplear la IA para llevar a cabo campañas de concienciación específicas, de modo que la población esté mejor informada.
Por último, la capacidad analítica de la IA permite reconocer frases y patrones de lenguaje característicos de estas actividades delictivas.
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