Actualidad

El gobierno de los EE. UU. está a un paso de cerrarse

8887988367.png
Así, el país se aproxima a un “shutdown”, que detendría la mayor parte de los servicios federales a partir de la medianoche (04:00 GMT del miércoles).

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Aun con las intensas negociaciones en el Congreso, demócratas y republicanos no lograron pactar una financiación que prolongara la operatividad del gobierno más allá del martes, fecha que señala el cierre del año fiscal.

Estados Unidos se enfrenta a un posible cierre administrativo del aparato federal después del fracaso de la última votación en el Senado para evitar la paralización del presupuesto, lo que dejaría a cientos de miles de empleados públicos sin recibir su sueldo.

Los senadores republicanos intentaron aprobar un arreglo temporal de financiación respaldado por la Cámara de Representantes, pero no consiguieron los votos demócratas necesarios para remitirlo al escritorio del presidente Donald Trump.

Así, el país se aproxima a un “shutdown”, que detendría la mayor parte de los servicios federales a partir de la medianoche (04:00 GMT del miércoles). Miles de funcionarios quedarían sin salario de forma provisional y se suspendería el pago de numerosas prestaciones sociales.

‑ Desempleo parcial ‑

“Ellos son los que van a cerrar, no nosotros. No queremos el cierre porque estamos viviendo el mejor periodo que se conoce”, declaró el mandatario a los periodistas en el Despacho Oval.

“Durante el cierre podríamos tomar decisiones irreversibles y perjudiciales para ellos… como despedir a un gran número de empleados o recortar programas que a ellos les favorecen”, agregó Trump al referirse a los demócratas.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), alrededor de 750 000 empleados federales podrían quedar en situación de desempleo parcial, con una pérdida de ingresos estimada en 400 millones de dólares.

El último cierre, que ocurrió entre diciembre de 2018 y finales de enero de 2019, durante el primer mandato de Trump, se prolongó 35 días. En esa ocasión, el CBO calculó que el PIB se redujo en 11 000 millones de dólares.

Estas interrupciones por falta de presupuesto son altamente impopulares en EE. UU., y tanto demócratas como republicanos tratan de evitarlas, a veces hasta el último minuto.

El escenario se complica aún más con la perspectiva de las elecciones legislativas de mitad de mandato previstas para noviembre de 2026, en las que se decidirá la mayoría presidencial en el Congreso.

‑ Dos posturas –

Por ahora, ambas bancadas mantienen posiciones firmes.

Los republicanos proponen extender el actual presupuesto hasta finales de noviembre.

Los demócratas, por su parte, buscan restaurar cientos de miles de millones de dólares en gastos para la salud pública, en especial en el programa de seguros médicos para la población de bajos ingresos, que la administración de Trump planea eliminar mediante su “gran y hermosa ley” presupuestaria aprobada en julio.

Aunque los republicanos poseen mayoría en ambas cámaras, el reglamento del Senado obliga a que una norma presupuestaria cuente con 60 votos de 100, lo que implica la necesidad de al menos siete votos demócratas.

El lunes, Trump recibió en la Casa Blanca a los principales líderes republicanos y demócratas del Congreso, una reunión que solo confirmó el estancamiento de las negociaciones.

“Tenemos la voluntad y la capacidad de alcanzar un acuerdo bipartidista para financiar al país de modo que responda verdaderamente a las necesidades del pueblo estadounidense en materia de salud, seguridad y prosperidad económica”, afirmó el martes el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.

“Sin embargo, no respaldaremos un proyecto de ley republicano partidista que siga desmantelando el sistema sanitario estadounidense, ni ahora ni nunca”, añadió ante el Congreso.

En marzo, con la amenaza de un cierre ya latente, los republicanos se negaron a dialogar con los demócratas sobre recortes presupuestarios masivos y el despido de miles de empleados federales.

En esa ocasión, diez senadores demócratas, entre ellos Chuck Schumer, votaron a regañadientes a favor de la medida de emergencia republicana para evitar el cierre.

Su decisión enfureció a la base demócrata, que exige a sus líderes enfrentar a Trump.

Según cálculos de analistas de la aseguradora Nationwide, cada semana de cierre podría reducir el crecimiento del PIB estadounidense en 0,2 puntos porcentuales.

“El gobierno de Trump podría aprovechar para recortar aún más las subvenciones y los puestos ejecutivos federales, lo que representaría un cambio significativo respecto a los ‘shutdowns’ anteriores, donde los empleados despedidos eran recontratados tan pronto como se restablecía la situación.”

TRA Digital

GRATIS
VER