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La portavoz de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se dirige a los periodistas en la Casa Blanca, en Washington, D.C., EE. UU., el 2 de octubre de 2025. EFE/EPA/Bonnie Cash
Washington. La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, optó por no contestar este jueves una interpelación de la prensa sobre si los departamentos de urgencias de los hospitales deberían requerir la situación migratoria de los pacientes antes de atenderlos.
“Quizá no sea una cuestión que me incumba. Considero que es asunto de los profesionales de la salud”, manifestó Leavitt durante una rueda de prensa en los jardines de la Casa Blanca.
La normativa federal de Estados Unidos impide rechazar atención médica por motivo del estatus migratorio u otras circunstancias.
No obstante, estados como Texas y Florida disponen de leyes que exigen a los hospitales indagar sobre la situación migratoria de los pacientes, aunque dichos datos sólo pueden utilizarse con fines estadísticos.
Los comentarios de Leavitt llegan en medio del intercambio de recriminaciones entre republicanos y demócratas por el cierre del Gobierno anunciado el miércoles, tras no alcanzarse un consenso para financiar a las agencias federales.
Los demócratas piden a la administración de Trump un aumento del gasto sanitario, mientras que los republicanos acusan a la oposición de pretender otorgar prestaciones médicas a migrantes en situación irregular.
Leavitt aseguró este jueves que, bajo la gestión del demócrata Joe Biden, “decenas de millones de inmigrantes indocumentados de distintas latitudes ingresaron a EE. UU. y se les concedió acceso a prestaciones gratuitas”.
Por otro lado, los dirigentes demócratas sostienen que es necesario renovar y ampliar los subsidios del seguro de salud, conocido como Obamacare, prestaciones a las que los migrantes sin documentos no califican.
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