Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Los habitantes de El Cuey que residen fuera del lugar se entristecen al observar el pésimo estado de la carretera de acceso. Agua. Con el sistema de acueducto aún a medio terminar.
Santo Domingo. María Consuelo Muñoz, nacida y criada en El Cuey, un apelativo que agrupa a decenas de comunidades activas, productivas y pobladas de la provincia de El Seibo, pero que padecen por el deteriorado camino que las enlaza, encaminado poco a poco a convertirse en una simple vía vecinal.
En una carta enviada al diario EL DÍA, en respuesta a un reportaje que muestra el abandono en que el Ministerio de Obras Públicas ha dejado la carretera comunal, la señora Muñoz expresa su esperanza de que el Gobierno finalmente atienda las demandas de El Cuey.
«Ojalá estas palabras lleguen al señor Presidente, a la Dirección de Obras Públicas y a las autoridades competentes de nuestro querido El Cuey, donde crecimos y ahora, en la tercera edad, ni siquiera un animal puede entrar», manifiesta María Consuelo su anhelo.
El momento parece propicio para remitir su pedido al presidente Luis Abinader y al ministro de Obras Públicas, Eduardo Estrella, dado que en estos días el Gobierno ha entregado al Congreso Nacional el proyecto de presupuesto para el año 2026.
Nada mejor que iniciar el año con las correspondientes asignaciones presupuestarias en beneficio de las comunidades.
Los afectados de El Cuey son numerosos y se encuentran dispersos en gran parte del Este, no solo en El Seibo, sino también en La Romana, San Pedro de Macorís y el Gran Santo Domingo. María Consuelo Muñoz, quien envía la carta, vive en el Distrito Nacional y describe el costo de la visita y el sufrimiento que ello conlleva.
Yohan Alberto Rodríguez, por su parte, reside en la zona, cercano al cruce del río Chavón, y al participar en actividades comunitarias, guarda memoria viva de las iniciativas llevadas a cabo para alertar al Gobierno.
Declaró a EL DÍA que llevan muchos años soportando el ruinoso estado de la carretera, que se deteriora periódicamente por las lluvias a pesar de los arreglos superficiales que le aplican.
Un tramo
– Hasta La Meseta
La reparación de cuatro o seis kilómetros, como se está realizando, no ha resuelto la grave situación que atraviesa El Cuey, pues con ese tramo solo se benefician tres de los 31 parajes, señaló Yohan Alberto Rodríguez.
Los trabajos en la vía sólo resisten un chaparrón.
Acueducto. Según Yohan Alberto Rodríguez, cada cierto tiempo se realiza una capa de grava en el camino de El Cuey, pero esa solución es efímera; el pavimento vuelve a deteriorarse rápidamente porque las cunetas no se construyen adecuadamente y, al llover, el agua lo vuelve a dañar.
Explicó que no se trata solo de la vía de comunicación de varias comunidades, sino también del acueducto múltiple, que debería contar con un 75 % de avance en su obra y cuya fecha de culminación es desconocida.
«Hace alrededor de tres años que nos visitó el Presidente y creímos que se resolvería este problema que nos afecta desde hace tanto tiempo», afirmó.
Cruzar los ríos Chavón o Quisibaní cuando llueve representa un gran riesgo, incluso para personas saludables.
Agregar Comentario