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En el territorio continental de China, el gobierno controla los lugares públicos con sistemas tecnológicos de última generación, una medida que se está extendiendo gradualmente a la región semiautónoma que conserva ciertas libertades prohibidas en el resto del país.
Hong Kong tiene previsto desplegar decenas de miles de cámaras de vigilancia con reconocimiento facial impulsado por IA, informó este viernes el responsable de seguridad de la ciudad, indicando que el territorio se está aproximando cada vez más al modelo tradicional chino.
El distrito financiero ya cuenta con cerca de 4.000 cámaras de circuito cerrado (CCTV) instaladas bajo un plan policial de prevención del delito. Según los documentos presentados al parlamento, esa cifra se multiplicará más de diez veces para 2028, alcanzando los 60.000 aparatos.
La inteligencia artificial se emplea actualmente para observar aglomeraciones y leer matrículas de vehículos, y esa misma tecnología “se destinará a identificar a personas para localizar a un sospechoso criminal”, precisó el jefe de seguridad de Hong Kong, Chris Tang, ante los legisladores.
“Es necesario hacerlo”, añadió, sin detallar un calendario para su puesta en marcha.
Las fuerzas del orden sostienen que el programa SmartView resulta esencial para salvaguardar la seguridad nacional y para prevenir y detectar conductas delictivas, atribuyendo a las cámaras CCTV la resolución de más de 400 casos y la realización de 787 detenciones desde que la iniciativa se activó el año pasado.
El periódico local South China Morning Post había señalado en julio que los agentes iniciarían el uso del reconocimiento facial en tiempo real “como muy tarde a final de este año”.
Tecnologías semejantes también se han adoptado en el Reino Unido, aunque los críticos advierten que otorgan al Estado un poder ilimitado para vulnerar la privacidad a gran escala.
Se expresan también inquietudes respecto a posibles falsos positivos, que podrían desencadenar detenciones indebidas.
La Unión Europea aprobó el año pasado una Ley de Inteligencia Artificial que prohíbe “el uso de sistemas de identificación biométrica remota en tiempo real en espacios de acceso público” por parte de los cuerpos policiales, con algunas excepciones.
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