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SEVILLA, 3 de octubre (EUROPA PRESS) – El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha demandado justicia y resguardo para la memoria de las víctimas del terrorismo, asegurando que “no podemos permitir que se distorsione la historia” y que “olvidar a las víctimas equivaldría a una traición”.
Así lo declaró durante la apertura de la XXIII edición de las Jornadas de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo (AAVT), donde recibió la distinción de socio de honor de la entidad. En su alocución rememoró que “Andalucía ha pagado un precio muy elevado defendiendo valores como la libertad, la tolerancia y el respeto a la ley, porque muchos andaluces han perdido la vida, dejando cicatrices indelebles”.
Sanz añadió que “todas esas muertes fueron brutales e injustificadas, sobre todo para quienes creemos en la paz y la convivencia, y que la irracionalidad terrorista no ha sabido comprenderlo”. “En Andalucía se contabilizan más de 60 atentados, con más de 500 víctimas de ETA, de los que cien casos siguen sin resolverse porque sus autores no han sido identificados ni juzgados”, recordó.
“Cada pérdida, cada lesión y cada temor quedan grabados en nuestra conciencia para siempre”, subrayó, invitando a transmitir a las nuevas generaciones que hubo “un periodo terrible que no debe repetirse, aunque el terrorismo siga presente a nivel internacional, por lo que debemos mantenernos vigilantes”.
En ese sentido, rememoró que el pasado 20 de mayo se reunió el Consejo de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo, órgano clave para ofrecer asistencia, y destacó que “pronto presentaremos al Parlamento nuevas iniciativas para seguir aprobándolas. Nuestro papel de asesoramiento y apoyo será constante”, afirmó.
El consejero aseguró que desde la Junta de Andalucía continuarán “impulsando el respaldo que merecen las víctimas, yendo más allá de las medidas de reparación y atención previstas en la normativa, simplificando trámites, unificando resoluciones de reconocimiento y acelerando la concesión de indemnizaciones”.
Sanz insistió en que “todos, sin excepción, partidos políticos, autoridades, docentes y familias, estamos obligados a proteger la memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas”. Asimismo señaló que “esta memoria debe mantenerse alejada de la melancolía, el desconsuelo o la ira”, describiéndola como “vigilante, una actitud moral, expresión de dignidad y garantía de libertad y fortaleza colectiva”.
En este marco, destacó que aunque “ETA ha dejado de matar, persisten intentos de blanquear sus acciones”. Recordó que “durante años hemos librado una lucha incansable contra el terrorismo, aprendiendo mucho a base de sufrimiento. No abandonemos esa causa”.
El responsable de la Presidencia subrayó que “si conseguimos acabar con el terrorismo de ETA fue porque permanecimos unidos”, al tiempo que añadió que “actualmente existen otros fanatismos y el terrorismo internacional sigue causando daño, por lo que debemos demostrar más que nunca cercanía a las víctimas, conscientes de que el mayor peligro es el olvido”.
Por último, reclamó “justicia sin atajos ni confusiones” para las víctimas, reiterando que “los asesinos deben cumplir íntegramente sus condenas, pues no se trata solo de una cuestión legal, sino también moral”. Así afirmó que “la memoria no es venganza, sino antídoto contra cualquier forma de violencia”, y defendió que “las víctimas del terrorismo son el argumento más contundente contra cualquier violencia, y no se puede pisotear su memoria ni su dignidad”.
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