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La posmodernidad se ha convertido en la progenitora de las series televisivas. Aventuras, comedia (en blanco y negro), dramas, temáticas sociales, ecológicas, etc., ya no generan sorpresa. Primero, porque su paso por la pantalla es muy efímero. Segundo, porque hoy se refugian únicamente en plataformas de streaming y sus realizadores deben pactar acuerdos económicos para sobrevivir.
Hay algo aún peor. El presupuesto del cine se ha redirigido a las series porque su producción permite ciertos remiendos, venden el nombre de los protagonistas, prolongan su vida útil y repiten su material visual sin importar la calidad estética.
No me opondré a las series, pero sí al contenido predominante: violencia extrema, drogas, crímenes, dramas sentimentales y demás atractivos para un público que prefiere temáticas triviales.
Acabo de terminar la serie coreana *Queen Mantis*, inspirada en una versión idéntica realizada por Francia. La vi porque cualquier producción coreana que no aborde droga, violencia extrema y doramas capta mi atención.
Sus ocho capítulos, distribuidos por Netflix semana a semana, recuerdan a los episodios televisivos proyectados gota a gota durante mi infancia.
Pensé en el notable cine coreano que ya parece haber desaparecido. Directores como Kim Ki‑duk (e.p.d.), Lee Chang‑dong, Han Sang‑so, Park Chan‑wook, Lee Yoon‑ki, Na Hong‑jin, Kim Tae‑gyun, Lee Hyeon‑seung, Lee Hae‑jun y muchos otros, ya no existen o han dejado de lado la realización de filmes que, décadas atrás, marcaban la vanguardia asiática en Occidente. Otros, como Bong‑Joon‑ho, resisten, pero no logran conseguir el presupuesto necesario para sus obras de gran audiencia.
Sobre *Queen Mantis*, solo un detalle. Tanto la versión francesa como la coreana se nutren de cintas como *El silencio de los corderos* (el asesino serial ayuda a una agente a encontrar a quien imita sus crímenes) y *Mother* de Bong‑Joon‑ho (una madre sobreprotectora se vuelve asesina para proteger a su hijo). Lo demás funciona como un chicle que se estira hasta el último episodio. Y se “vende” por la cara de sus protagonistas. Por cierto, buen trabajo técnico y de maquillaje para la protagonista, Ko Hyun‑ju.
Ficha técnica:
País: Corea del Sur. Año: 2025. Género: Policiaco. Duración: 8 episodios. Director y guionista: Byun Young‑joo (adaptación de la serie francesa *La Mantis*, 2017). Reparto: Ko Hyun‑ju, Jang Dong‑yoon, Cho Seong‑ha, Lee El y Kim Go‑ra. Sinopsis: La policía intenta detener a un misterioso asesino que se inspira en los crímenes cometidos veintitrés años antes por una famosa asesina serial, conocida como La Mantis, que hoy cumple condena. Se requiere la colaboración de la propia asesina, pero ella acepta únicamente bajo la condición de que su interlocutor sea su propio hijo, un detective que solo siente odio hacia ella.
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