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Preserva el carácter femenino de las pacientes al prevenir secuelas y deformaciones. La intervención une la exactitud oncológica con los principios estéticos de la cirugía plástica.
Santo Domingo – La cirugía del cáncer de mama ha vivido una profunda transformación, pasando de procedimientos extremadamente radicales a abordajes más conservadores y humanos, centrados no solo en la curación, sino también en la recuperación de la autoestima y la imagen corporal de las pacientes.
Una de las principales protagonistas de este cambio es la oncoplastia mamaria, una técnica que combina la precisión oncológica con los criterios estéticos de la cirugía plástica.
La doctora Lissette Guzmán, especialista en mastología y cirugía oncoplástica, señala que este procedimiento representa una forma novedosa de afrontar el tratamiento del cáncer de mama.
“La cirugía oncoplástica de mama consiste en aplicar técnicas de cirugía plástica y reconstructiva dentro del contexto de la cirugía oncológica, con el objetivo de devolver la apariencia femenina de las mamas y evitar secuelas en las pacientes intervenidas por cáncer”, explica.
Equilibrio
A diferencia de la cirugía mamaria tradicional, enfocada únicamente en la extirpación del tumor, la oncoplastia persigue un equilibrio entre la cura oncológica y la reconstrucción estética.
“El objetivo principal es restituir la feminidad evitando secuelas y deformaciones, sin comprometer los márgenes quirúrgicos aceptables”, subraya la doctora Guzmán.
Esta técnica permite conservar la forma y simetría de las mamas, aspecto que incide directamente en la salud emocional de las pacientes.
“Nada se compara con verlas sonreír al sentirse completas nuevamente”, añade.
Candidatas ideales
La especialista indica que la mayoría de las pacientes diagnosticadas en etapas tempranas pueden beneficiarse de la cirugía oncoplástica. “Aquellas que no presentan un compromiso significativo de la piel, que se encuentran en estadios iniciales y que no tienen alteraciones en la cicatrización, son candidatas idóneas”, señala.
Con el tiempo, la cirugía oncológica ha migrado de procedimientos agresivos a resecciones mínimas, manteniendo los mismos beneficios médicos pero con mayor respeto por la apariencia y el bienestar emocional de las pacientes.
Más allá del cuerpo
“La cirugía del cáncer de mama ha dado un giro de 160 grados. Hoy comprendemos que la reparación inmediata de los defectos generados por resecciones extensas impacta positivamente la calidad de vida de mujeres con altas tasas de supervivencia”.
El impacto de la oncoplastia trasciende lo físico y la doctora Guzmán relata cómo este tipo de intervención transforma la actitud de las pacientes frente al cáncer.
“No hay nada comparable a las expresiones de alegría que observamos después de la cirugía. Muchas dicen: ‘aunque estoy pasando por esto, sigo teniendo todas las partes de mi cuerpo y sigo viéndome como mujer’. Eso les ayuda a sonreír cada día”, comenta emocionada.
La cirugía se convierte, entonces, –indica la especialista– en una herramienta de empoderamiento y resiliencia, un paso firme hacia la recuperación integral.
Mitos y temores
A pesar de los avances, Guzmán reconoce que persisten ciertos temores entre las mujeres que afrontan un diagnóstico de cáncer de mama.
“Muchas se preguntan si una cirugía oncoplástica puede elevar el riesgo de recaída, si podrán recibir radioterapia o si el procedimiento retrasará el tratamiento posterior. La realidad es que, cuando la realiza un equipo capacitado, la cirugía es totalmente segura y compatible con el manejo integral del cáncer”, aclara.
Trabajo en equipo
La oncoplastia es una disciplina que requiere coordinación entre diversos especialistas. “Hoy en día, un cirujano oncólogo con entrenamiento en mastología y técnicas oncoplásticas puede ejecutar ambos procedimientos con excelentes resultados, aunque siempre se colabora con el cirujano plástico cuando el caso lo demanda”, explica Guzmán.
En cuanto a los avances recientes, destaca los nuevos implantes aloplásticos recubiertos de poliuretano, que se adhieren mejor al tejido y reducen complicaciones crónicas observadas en el pasado.
Notable crecimiento
República Dominicana ha vivido un notable aumento en la aplicación de estas técnicas.
“Desde la resolución de la Sisalril en 2021, que recomienda cubrir estas cirugías en los planes de salud, hemos observado un crecimiento significativo en su práctica”, comenta.
Instituciones como el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter cuentan con personal entrenado en procedimientos oncológicos y oncoplásticos, aplicando los más altos estándares quirúrgicos y de atención integral.
Prevención y amor
Para la doctora Guzmán, el mensaje más importante sigue siendo la prevención y el diagnóstico temprano. “Si incorporáramos los chequeos con especialistas como una práctica cultural, podríamos detectar lesiones pequeñas, con tratamientos menos costosos, menos agresivos y mucho menos mutilantes. Estamos hablando de una supervivencia del 92.1 %, lo que equivale a hablar de curación”.
Mensaje
— Cuidarse es amarse —
“Cuidarse es amarse. Detengámonos a observarnos y busquemos ayuda cuando la necesitemos”, es el mensaje de Lissette Guzmán, quien forma parte de la campaña de concienciación de cáncer de mama “Más allá de un toque” de la Liga Dominicana Contra el Cáncer.
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