Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Testigos en un estrado judicial de Chicago el miércoles relataron haber recibido impactos de gas pimienta y señalaron que otras personas fueron alcanzadas por proyectiles de goma y diversos elementos como resultado del uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades contra manifestantes durante las protestas por la detención de inmigrantes y las directrices migratorias federales.
Un juez federal escucha testimonios el miércoles en una vista de medida cautelar sobre un pleito interpuesto por medios de comunicación y activistas.
Brendan Curran, un clérigo y codescubridor de Sacerdotes por la Justicia para los Inmigrantes, declaró que durante bastantes años oró frente a una sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Broadview, un sector aledaño a Chicago, pero que ese sitio ahora se ha transformado en un “área completamente militarizada”.
La magistrada Sara Ellis ya ha ordenado a los agentes portar identificación y les ha vedado el empleo de ciertas tácticas de control de masas, como el gas lacrimógeno, en contra de personas manifestándose pacíficamente y de periodistas. Tras reprender en repetidas ocasiones a los funcionarios federales por incumplir sus preceptos previos, también les exigió el uso de cámaras corporales.
Ellis evaluará las acciones a seguir ante las denuncias de que agentes federales han empleado fuerza excesiva en la región de Chicago, luego de un repunte en radicaciones judiciales recientes que detallan enfrentamientos tensos entre los agentes y la población local.
Curran expuso que alumnos de secundaria y universitarios solían congregarse a orar fuera de la dependencia de Broadview en apoyo a los inmigrantes retenidos, hasta que concluyeron que ya no era un “sitio seguro”.
“Había tiradores apostados en las esquinas del tejado”, narró Curran. “Tengo allegados por toda la nación y aun así no creen lo que les estoy contando”.
La sala se tornó tensa cuando el defensor del Departamento de Justicia, Sarmad Khojasteh, inquirió si Curran realmente vio a sujetos impactados por gases lacrimógenos.
“Pude observar a personal federal lanzar proyectiles desde el borde del techo hacia individuos que no estaban armados ni actuaban de forma agresiva en absoluto”, replicó Curran, antes de describir cómo sus ojos y nariz comenzaron a lagrimear tras ser alcanzado por el gas lacrimógeno.
Emily Steelhammer, directora ejecutiva del Gremio de Publicaciones de Chicago, también subió al estrado, informando que miembros del gremio refirieron haber sido atingidos por balas de goma, perdigones de pimienta y sustancias químicas, incluyendo gas lacrimógeno. Los sucesos se consumaron primariamente en Broadview, pero también acaecieron en otros encuentros en el área de Chicago, especificó.
“Nuestros informadores han sido muy diligentes en mostrar su acreditación de prensa”, afirmó Steelhammer.
Añadió que no han desobedecido órdenes de la autoridad, pero denuncian que los agentes dispersan químicos sin emitir advertencias previas para desalojar.
Craig Futterman, representante legal de los peticionarios, citó ejemplos recientes de agentes empleando gas lacrimógeno contra habitantes de Chicago, incluso durante un festejo callejero y frente a un supermercado. Indicó que el alto cargo de la Patrulla Fronteriza, Greg Bovino, ha sido grabado arrojando botes de gas pimienta a los manifestantes.
No obstante, Khojasteh acusó a numerosos manifestantes de proferir amenazas de muerte a los oficiales, obstruir sus labores e inertes proyectiles como piedras y otros objetos a los agentes.
“Tal comportamiento debe ser repudiado”, argumentó. “¿Hasta qué grado ampara la libre expresión a individuos en acciones de estorbo y/o amenaza, al lanzar piedras, botellas, pirotecnia, cercando e inmovilizando a los policías?”
La audiencia tiene lugar después de que Ellis interpelara a Bovino en una sesión pública la semana anterior, donde adoptó la inusual medida de requerirle un informe nocturno sobre la intervención federal en Chicago. Dicha decisión fue rápidamente anulada por un tribunal superior.
El martes, Bovino se presentó nuevamente ante el tribunal para una declaración — una entrevista privada — con los letrados de ambas partes. Fragmentos de la declaración grabada en video serán presentados en la corte el miércoles, según documentos judiciales.
Informes judiciales divulgados al anochecer del lunes revelaron detalles de una deposición previa de Bovino en la que admitió haber utilizado gas lacrimógeno y haber sido golpeado por una piedra en el vecindario mayoritariamente mexicano de La Villita el mes pasado. Bovino declaró además haber “instruido a sus oficiales a detener a manifestantes que emitan frases exageradas en el fervor de las concentraciones políticas”, según constan en los registros judiciales.
Entretanto, se anticipa que un magistrado federal emitirá una resolución el miércoles por la tarde luego de que un colectivo de detenidos interpusiera una demanda colectiva contra las autoridades federales, alegando condiciones “inhumanas” en un centro de detención migratorio en la periferia de Chicago.
El martes, el juez Robert Gettleman calificó las condiciones como “penalidades innecesariamente atroces” tras escuchar a personas retenidas en el centro pormenorizar sanitarios desbordados, celdas atestadas, ausencias de lechos y agua que “sabía a cloaca”. Exigió que la vista se reanudara a las 4:15 de la tarde del miércoles para así poder decretar una orden de contención preliminar.
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Esta crónica fue adaptada del inglés por un editor de AP con asistencia de un instrumento de inteligencia artificial generativa.















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