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Arquidiócesis de Baní incorporó seis diáconos permanentes en festejo de su cincuenta aniversario

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Cuando sale, cuando camina, cuando permite que las dolencias del pueblo lo toquen, su servicio florece y la Iglesia se revitaliza.

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BARAHONA.- Con una misa solemne en la catedral Nuestra Señora del Rosario, la Diócesis de Barahona invistió a seis nuevos diáconos permanentes como parte de las actividades por su quincuagésimo aniversario.

El acto fue presidido por el obispo de Barahona, monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, quien, ante una numerosa feligresía católica, impuso sus manos y elevó oraciones de ordenación por los nuevos clérigos.

Los recién nombrados diáconos permanentes son: Saturnino Herasme Herasme, Gilmer Bertulio Heredia Terrero, Salvador Acosta Betances, Selim Terrero Matos, Héctor Matos Cuevas y Manfrid Ramón Ogando Cuevas, quienes contaron con el respaldo de sacerdotes, familiares y fieles de sus respectivas parroquias.

“El Señor les recuerda, como a los siete varones elegidos en los Hechos de los Apóstoles, que la vocación no surge de una aspiración humana, sino de una llamada divina al servicio. Así nacieron los primeros diáconos, llenos de fe y del Espíritu Santo, llamados a atender las mesas, a asistir a los pobres, a custodiar la comunión”, señaló Romero Cárdenas.

Durante su homilía dirigida a toda la grey católica de “La Perla del Sur”, el purpurado indicó que los diáconos son herederos de aquella decisión apostólica, pues su llamado no es por un estatus, sino por una diaconía, un ministerio concreto y visible. Por ello, la Iglesia no los ordena para un puesto de honor, sino para postrarse ante las carencias del pueblo de Dios.

Añadió que el diácono es el nexo entre el altar y la calle, entre la liturgia y la vida, el culto y la justicia. Cuando sale, cuando camina, cuando permite que las dolencias del pueblo lo toquen, su servicio florece y la Iglesia se revitaliza. Es el modelo espiritual del discípulo y, de manera especial, está llamado a vivir las bienaventuranzas como su estilo de vida y plan pastoral.

Agradecimiento

En representación de los seis ministros eclesiásticos investidos, tomó la palabra el diácono Gilmer Bertulio Heredia Terrero, de la Parroquia Santa Ana en el municipio de Enriquillo. Con el espíritu rebosante de júbilo y gratitud, agradeció a Dios por la vida que los ha convocado, sostenido y guiado hasta el momento de su ordenación.

Heredia Terrero compartió que el lema escogido por los seis diáconos ordenados es: “El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir”, tomado del Evangelio de San Mateo, capítulo 20, versículo 28. Explicó que el ministerio no les pertenece únicamente, sino a toda la Iglesia, y por tal motivo, desean ejercerlo con un corazón dispuesto, modesto y generoso, como servidores del Evangelio y de los más desfavorecidos.

Asimismo, expresó su agradecimiento al obispo monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas por la confianza y el apoyo brindado, al Reverendo Padre Nico Saint Louis, director de la Escuela de Diáconos de la Diócesis de Barahona, y a través de ellos, a todos los sacerdotes y diáconos que los han acompañado y formado con sus consejos y amistad.

Finalmente, a la ceremonia de ordenación diaconal acudieron sacerdotes, religiosos, consagradas y laicos de las diversas parroquias que conforman la región Enriquillo, quienes celebraron este hito en el marco del Año Jubilar “Peregrinos de la Esperanza” y el trienio por el decalustro (50 aniversario) de la Diócesis de Barahona.

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