Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Notas del Editor: Este artículo es una adaptación al español realizada por Margarita Lievanos, copy editora de El Eco, del texto de Ashley Lopez publicado en The Echo con el mismo título. La versión original en inglés se halla aquí.
Abi Marin Iniestra, alumna de último curso y líder del Club de Idiomas y Culturas, codirectora del Club de Mujeres en Derecho y senadora de último año en el Gobierno Estudiantil Asociado de la Universidad Luterana de California, ha estado involucrada en numerosas actividades extracurriculares por todo el campus y, a pesar de todo, “siempre está sonriendo”, según sus compañeros.
Marin Iniestra es estudiante de primera generación, con dobles titulaciones en Criminología y Justicia Penal, y en Español, y una especialización secundaria en Estudios Jurídicos.
Originaria de Santa Bárbara, Marin Iniestra se crió en un hogar mexicoamericano junto a sus padres y su hermano menor. Su padre procede de Tecalitlán, Jalisco, y su madre de la Ciudad de México.
En tiempos recientes, Marin Iniestra ha participado en el Proyecto VITAL, ha ejercido como Anfitriona Presidencial y se ha involucrado en la Organización de Estudiantes Latinxs.
Además de sus quehaceres fuera del aula, actualmente cursa 16 créditos y forma parte de los Servicios de Apoyo al Estudiante. Marin Iniestra señaló que puede balancear sus responsabilidades al residir en el campus.
“Me siento muy afortunada de vivir en el campus. Si no pudiera estar aquí o residir, creo que no podría estar tan implicada como lo estoy ahora”, comentó Marin Iniestra.
Marin Iniestra explicó que su implicación en el campus no fue tan destacada hasta su segundo año, cuando inició como Anfitriona Presidencial, seguida de su participación en ASCLUG y en diversos clubes estudiantiles.
Con ansias de aprovechar las oportunidades, Marin Iniestra indicó que tuvo que planificar cómo gestionar su trabajo y sus estudios. Esto implicó compaginar sus funciones de liderazgo, laborar en un supermercado, asumir una carga académica completa y ofrecer tutorías de español en el Departamento de Lenguas y Culturas.
Marin Iniestra mencionó que ha organizado su horario de clases en consecuencia y que sus padres, quienes la apoyan incondicionalmente, la han ayudado a manejar sus múltiples compromisos.
“Comprendo que ha sido complicado para [mis padres] adaptarse a mi agenda tan apretada, pero valoro mucho que me permitan participar en todo esto”, expresó Marin Iniestra. “Me dejan quedarme los fines de semana para poder ponerme al día con el trabajo o participar en cualquier evento o actividad ligada a mis estudios y mis extracurriculars”.
En octubre, el Club de Idiomas y Culturas organizó “Iglesia en Español”, que incluyó oración bilingüe, cantos, una reflexión y una disertación de Marin Iniestra sobre la historia bíblica de José en Génesis.
La idea para el segundo evento anual surgió el semestre de otoño pasado cuando la Capilla Samuelson celebró su primer servicio en español, donde ella y la Reverenda Colleen Windham-Hudges interpretaron la canción “Si Tuvieras Fe Como un Granito de Mostaza”.
“[Windham-Hughes] me dijo, ¡Oh! Conozco esa canción en español. Siempre que teníamos ciertos eventos, había mucha comunidad hispana. Me gustaría que tuviéramos algo similar”, y yo le contesté, ‘A mí también. Crecí asistiendo a una iglesia en español y me encantaría [organizarlo]'”, relató Marin Iniestra.
Tras esa charla, ambas idearon un servicio en conmemoración del Mes de la Herencia Hispana. El tema del encuentro del año anterior fue “El Buen Camino”, enfocado en la esencia de tener un vínculo con Dios.
Este año, no obstante, contó con la participación de la recientemente nombrada pastora del campus, la Reverenda Elizabeth Gallen, apodada “Pastora Beth”, y se alineó con el lema de Cal Lutheran para 2025-2026, “Donde los Sueños Alzan Vuelo”.
Al haber crecido en un entorno cristiano, Marin Iniestra afirma mantener una conexión con Dios, si bien hubo un periodo breve en el que tuvo que suspender su participación en actividades de jóvenes debido a sus ocupaciones. Actualmente, es parte de Common Ground, un grupo de alabanza estudiantil en el campus.
En cuanto a sus estudios, el propósito final de Marin Iniestra es ingresar a la facultad de derecho para ejercer como fiscal y servir como intérprete judicial para la comunidad hispanohablante.
Marin Iniestria comentó que, dado que sus progenitores no pudieron acceder a educación superior, el anhelo de su madre “en otra vida” habría sido ser detective, lo que influyó, en parte, en su decisión de estudiar Criminología y Justicia Penal.
“[Mi madre] es muy brillante… y le gusta mantenerse informada sobre leyes, gobierno y temas afines”, señaló Marin Iniestra. “Y mi papá es muy trabajador. Él fue [el principal] en alentarme a aplicar a la universidad, y gracias a Dios, [mi papá] me ha brindado respaldo económico durante todo este tiempo que he estado aquí”.
La aspiración de Marin Iniestra de ser fiscal surge de su afecto por la niñez, lo que inicialmente la llevó a considerar la docencia. Esto cambió tras leer textos sobre abuso infantil, lo que la impulsó a querer ser una voz para las víctimas.
“Recuerdo que al leer esos casos, me sentí muy indignada. Pensé, ‘¿Por qué no se está defendiendo a estos niños? ¿Por qué no se está haciendo nada? El sistema no está funcionando'”, expresó Marin Iniestra. “Decidí: ser maestra no haría mucha diferencia. Si llego a ser fiscal, si puedo enjuiciar a quienes causan dolor y sufrimiento a estos niños, creo que podría generar un cambio”.
Según Marin Iniestra, su meta definitiva es establecer un bufete de abogados con su hermano, quien también persigue esa profesión. Actualmente asiste al Santa Barbara City College y planea transferirse a Cal Lutheran.
Marin Iniestra manifestó que uno de los aspectos que más echará de menos tras graduarse será su rol como presidenta del Club de Idiomas y Culturas, no solo por la comunidad, sino también por el éxito que logró al revitalizar el club.
“Este club surgió de la nada porque… se estaba desvaneciendo lentamente. Había poco interés. Casi nadie quería formar parte”, dijo Marin Iniestra. “Cuando me preguntaron, ‘estamos buscando una presidenta’, pensé, ‘Claro, no sé si lo lograré, pero me gustaría’, y solo el simple hecho de poder organizar estos encuentros”.
Ayxa Agraz, estudiante de último año y secretaria del Club de Idiomas y Cultura, también recalcó el logro de Marin Iniestra, el cual, para Agraz, demuestra lo que se ha aportado al campus.
“Me pareció muy interesante ver cómo ella transformó un club que pocos conocían en uno que ahora es mucho más reconocido”, comentó Agraz.
Agraz relató que conoció a Marín Iniestra en una clase de español durante su primer año y que, inicialmente, su percepción de ella era distinta.
“Ella siempre estaba al fondo, pero aun así, siempre entraba con una sonrisa en el rostro”, dijo Agraz. “Yo pensaba, ‘Yo me sentaba adelante, así que éramos totalmente opuestas’. Pero aunque se situaba atrás en el aula, siempre se veía muy contenta y transmitía esa energía positiva al grupo'”.
Agraz señaló que su interacción se intensificó cuando ella comenzó su labor como asistente en el Departamento de Lenguas y Culturas. Su conexión se fortaleció gracias a las clases de español que compartían.
“[Ambas] somos estudiantes de primera generación. Las dos provenimos de entornos parecidos, con recursos limitados. Por eso considero que esa es otra razón de nuestra afinidad, pues compartimos muchos puntos en común”, indicó Agraz.
Con el florecer de su amistad, Marin Iniestra comenzó a asistir a los eventos en los que Agraz colaboraba. Sus experiencias compartidas al formar parte de grupos pre-leyes las llevó a unirse en clubes, incluyendo servir en el consejo directivo del Club de Mujeres en Derecho.
Marin Iniestra expresó su intención de reactivar el Club de Mujeres en Derecho durante el semestre de primavera. Aunque el proyecto está en desarrollo, planea crear un espacio que ofrezca talleres sobre la escuela de derecho para todas las mujeres interesadas en trabajo social, en convertirse en intérpretes judiciales y más.
“Siento que es muy arduo para las mujeres simplemente por la gran cantidad de expectativas… puestas sobre muchas de nosotras en esa trayectoria, pero [tendremos] un lugar donde nos sintamos seguras de que podemos conseguir los recursos para llegar a ser abogadas”, afirmó Marin Iniestra.
Giselle Coroy, estudiante de último año y de Ciencias del Ejercicio, ha sido compañera de habitación de Marin Iniestra durante los últimos tres años. Coroy describió a Marin Iniestra como alguien organizada, confiable y dispuesta a estar ahí si una amiga necesita conversar.
“Es fiable y muy jovial. Casi siempre irradia felicidad. Si la ves, siempre tiene una sonrisa”, comentó Coroy.
Coroy forma parte del comité del Club de Idiomas y Cultura y mencionó que le impresiona la capacidad de organización y la creatividad de Marin Iniestra.
“He visto a [Marin Iniestra] organizar cosas y eventos; tiene una gran pasión, eso es lo que admiro de ella. También es muy creativa”, expresó Coroy. “Además, creo que es una excelente líder para el club. Ella piensa en maneras de conectar a los estudiantes de Cal Lutheran”.
Proveniente de un trasfondo similar, con raíces hispanas y cristianas, Coroy dijo que se hicieron grandes amigas y que Marin Iniestra ha sido de gran influencia en su vida. Corroy considera que es una amiga excepcional y que cualquiera que cruce caminos con ella no debería















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