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Lorena Oliva aspira a que sus puestas en escena sirvan como un espejo de aquello que solemos rehuir. Le atrae un teatro que desafíe, motive la reflexión y se vincule con la esencia humana.
La actriz y pedagoga argentina, con más de dos décadas dedicadas al quehacer teatral en República Dominicana, asegura tener la convicción de que el teatro funciona como un motor para el cambio y el progreso comunitario.
Creadora y gestora del ciclo “Por nosotras”, que se presenta cada miércoles y jueves de este mes en Microteatro, sostiene que el escenario es un foro para la introspección y el intercambio, un lugar para confrontar nuestras propias incoherencias como sociedad.
En su trayectoria escénica, ha sabido compaginar la enseñanza con la dirección y la escritura dramática, y reconoce sentirse privilegiada por haber colaborado con actrices formadas en Teatro Alternativo, donde ejerce como directora, así como con profesionales muy dotadas que elevan el texto a otra dimensión.
“Esa fusión de trayectorias y edades enriquece cada proyecto y refleja el espíritu cooperativo que siempre busco en mi labor”, añade la profesional.
Respecto al ciclo “Por nosotras”, que pone en escena obras en conmemoración del mes contra la Violencia hacia la Mujer, revela que nace de una necesidad palpable, dado que en el país la agresión de género persiste como una grave y constante dificultad.
“Este ciclo pretende contribuir desde el arte, ofreciendo un espacio para la meditación y la visibilidad. Si bien el teatro no sustituye las políticas públicas, sí puede fomentar la consciencia, la empatía y el diálogo. Cada montaje surge del anhelo de verbalizar y escenificar lo que a menudo se mantiene oculto”, comentó.
De esta forma, ven la luz, con su autoría y dirección, las piezas: “Minerva”, “Miguelina” y “Mabel y María”, que son relatos verídicos con tintes de ficción, exhibiendo mujeres que luchan, resisten, superan y exponen situaciones con las que cualquiera puede identificarse. Lo describe como un periodo escénico íntimo y profundamente humano, donde estos tres biodramas invitarán al espectador a meditar sobre el papel de la mujer, pero desde un enfoque distinto, con una perspectiva sensible que perturba, acoge y transforma. Será a las 7 de la noche.
“Más que ofrecer conclusiones definitivas, mi interés es suscitar interrogantes. Los relatos exhiben diferentes tipos de agresión —tanto las evidentes como las normalizadas— e invitan a percibir lo que sucede a nuestro alrededor. Impulsan a conversar, a escuchar y a comprender que el silencio o la pasividad son también parte del problema”, explica.
Próximos pasos
Al ser consultada sobre sus planes tras estas representaciones, anticipa que seguirá con la gira de “Emocionario”, un espectáculo de conteo escénico que presentan en colegios y centros culturales; continuará impulsando “La Boda”, una vivencia teatral inmersiva; y estrenará un nuevo ciclo de “Monólogos de Películas” en Casa de Teatro a inicios de diciembre.














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