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El creador Raúl Morilla es el único dominicano invitado a tomar parte en la mundialmente aclamada Bienal de Cuenca, Ecuador, cuya inauguración fue el 24 de octubre y permanecerá abierta hasta el 1 de febrero de 2026. El lugar donde se exhibe la muestra es la Antigua Escuela Central, ubicada en el centro de Cuenca. Su pieza “Membranas del Santuario”, conformada por cinco conos tejidos en yute, una instalación de video y una cámara de vigilancia, fascina y a su vez invita a la introspección sobre los vínculos interpersonales, un tema recurrente en la obra del artista.
La exhibición incluye la colaboración de 17 curadores internacionales, entre ellos el dominicano Ezequiel Taveras, quien estuvo a cargo de seleccionar y presentar este asombroso trabajo de Morilla.
“La obra “Membranas del Santuario” alude al control, no meramente al acto de controlar, sino a la obtención de datos sobre las personas, su monitoreo, lo cual se erige como una herramienta de poder contemporánea. Visualicé esta creación a partir del control que ejerce la vigilancia en la actualidad, lo que inevitablemente representa autoridad y dominio sobre otros. Forma parte de los juegos de poder, un concepto que he explorado a lo largo de mi trayectoria”, comentó Morilla.
Las fuerzas que rigen el mundo, el poderío sexual, el militar, el político y el religioso, se exhiben de forma palpable en la proyección de cada cono. Mantener el dominio se ha transformado en la obsesión de quienes ostentan el poder. El poder opera como un juego o un rito, sin coerción ni imposición, creando normas que se aceptan sin rechistar. La sociedad ha ido cediendo su soberanía, a través de una dicha ficticia que se “goza” sin resistencia, mediante el entretenimiento, el placer, en un entorno digitalizado y de sometimiento, que anula el lenguaje y, simultáneamente, el pensamiento. Esta obra busca despertar la conciencia respecto al tema del control, utilizando el goce y el esparcimiento como medios. Al mismo tiempo, incita a la liberación hacia ámbitos de genuina autonomía y autogestión.
Para la República Dominicana, participar en esta Bienal, que celebra 40 años de logros, es un verdadero honor, gracias a la destacada contribución del excepcional artista quisqueyano, un motivo de orgullo nacional, Raúl Morilla.
MEMBRANAS DEL SANTUARIO
La instalación se presenta como un espacio de meditación sobre la condición humana en la época de la sobreconexión y la supervisión constante. Cinco conos, dispuestos en el salón, proyectan imágenes que evocan la conexión del individuo con su entorno y con otros cuerpos: tensiones, encuentros, rupturas y ecos. Estas formas, concebidas como recintos envolventes, invitan a adentrarse en un ámbito de intimidad donde la percepción se multiplica y contrasta con lo comunitario. La vivencia trasciende lo personal. Tres de los conos situados fuera del espacio permiten a los visitantes observar —mediante dispositivos electrónicos— lo que sucede en el interior. Se establece así un doble intercambio de miradas: quien contempla desde afuera también es objeto de observación, atrapado en la dinámica del dominio y la visibilidad.
La obra evidencia cómo lo privado y lo público, lo externo y lo interno, se entrelazan en una red de vigilancia que moldea nuestras maneras de vivir y de interactuar con los demás. En esta conjunción de imágenes, lugares y perspectivas, la instalación ofrece una puerta para reflexionar sobre nuestras relaciones con el medioambiente, la sociedad y nosotros mismos, en un periodo caracterizado por la fiscalización obligatoria y la mediación tecnológica incesante. Una sección de la instalación está ubicada dentro del salón, con dos cámaras de vigilancia enlazadas a YouTube mediante una transmisión continua y en tiempo real, accesible a través de un código QR dispuesto en La Plaza Las Mercedes, donde otra parte de la instalación toma lugar. De esta manera, el asistente en el salón puede ver lo que ocurre en la plaza, es decir, se configura un juego del observador y el observado. Esto posee fuertes referencias a la vigilancia como forma de poder, tal como sucede actualmente donde la información se ha convertido en uno de los principales instrumentos de dominación.
LA BIENAL DE CUENCA, ECUADOR
La Bienal de Cuenca, Ecuador, es una de las citas de arte contemporáneo más relevantes de Latinoamérica. Fundada en 1987, congrega a creadores nacionales e internacionales en torno a un tema curatorial que examina los retos sociales, culturales y estéticos del mundo actual. A lo largo de sus realizaciones, la Bienal ha evolucionado desde un énfasis inicial en la pintura hasta convertirse en una plataforma que abarca instalaciones, videoarte, performance, escultura y las nuevas tecnologías. Su propósito es fomentar la conversación entre el arte actual y la sociedad, estimulando la creación artística en Ecuador y fortaleciendo el intercambio con la escena global.
En esta ocasión, el eje temático de la Bienal es “The game: Una Bienal de Bienales”. Participan 17 responsables de curaduría internacionales y 53 artistas, de los cuales 23 son ecuatorianos y los 30 restantes son foráneos. La muestra se desarrolla en diversos puntos de la ciudad de Cuenca, incluyendo museos, galerías y recintos históricos urbanos. Esta edición, que aborda El Juego, “The Game” en su sentido más amplio, como metáfora y como práctica, se convierte en un espacio para el análisis, buscando generar un intercambio sobre el tema entre artistas, curadores, público y la urbe.
El juego, según indica el director curatorial Hernán Pacurucu, “más allá de ser un simple mecanismo lúdico, es una metáfora activa para cuestionar, proyectar y participar en las discusiones de nuestra época.”














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